Se jubila tras años de trabajo en Defensa y su compañero le prepara esta sorpresa en Letur tras su último servicio en la dana: "Que sea muy feliz"

Es la 'Historia del Día' que nos trae María José Navarro este jueves

Redacción Herrera en COPE

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Hay un héroe paseándose ya por las calles del lugar en el que trabajó incansablemente por ayudar a los vecinos. Bueno, para ser exactos, lo que a él le gusta es salir a correr entre las yedras, las vidarras y las zarzas y volver con un palo en la boca. La historia me la ha contado Amparanimals, el programa de Castilla-La Mancha.

Yaki estuvo enviado por el Ministerio de Defensa con sus compañeros de la Unidad Militar de Emergencias a Letur, Albacete, con las inundaciones de la dana, que se llevó la vida de seis vecinos por delante. Era su último trabajo porque después le esperaba la jubilación.

Yaki, este pastor alemán de diez años, fue homenajeado, y Jorge propuso que se quedara a vivir en Letur porque pensaba que merecía ese viaje del Imserso hasta el final.

Yaki ha participado en el desfile de las Fuerzas Armadas y su equipo lo ha despedido con honores castrenses. Un año después, este perro ya está recibiendo las caricias de sus nuevos vecinos, aunque trabajó por ellos como si lo hubieran sido siempre.

MAX, EL PRIMER PERRO DOMÉSTICO QUE RECIBÍA LA ORDEN AL MÉRITO ANIMAL

Pero el de Yaki no es el único caso de un perro héroe, aunque su historia sea excepcional. En el Reino Unido, otro perro, Max, de raza springer spaniel, ha sido condecorado con la Orden del Mérito Animal, un reconocimiento que hasta ahora nunca se había otorgado a un perro doméstico. Tradicionalmente, este galardón estaba reservado para animales dedicados a tareas de rescate en grandes tragedias, lo que subraya la singularidad del caso de Max.

La hazaña de Max no fue en un campo de batalla ni en una catástrofe natural, sino en el día a día junto a su dueño, Kerry Irving. 

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perro guia

Residente en Inglaterra, Irving sufrió un accidente de coche que le dejó secuelas permanentes y lo sumió en una profunda depresión. La llegada de Max a su vida, adoptado porque sus anteriores dueños no podían llevárselo en una mudanza, supuso un punto de inflexión en su recuperación.

Lo que comenzó como una obligación —sacar a pasear al perro— se transformó en una especie de terapia para este hombre. Esas salidas se convirtieron en una motivación para Kerry, una razón para salir de casa y hacer ejercicio. 

Decidió compartir su proceso en Internet y, casi sin pretenderlo, convirtió a su perro en una celebridad en las redes sociales, donde ahora es un embajador del impacto positivo que los animales tienen sobre sus dueños. Escucha aquí la historia completa.

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