El error que cometes al comer de táper y que puede provocarte una intoxicación como la salmonelosis: riesgo para tu salud
Aunque usar estos recipientes es seguro, hay casos en los que podemos poner en riesgo nuestra salud
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Más del 40% de los españoles comen a diario en táper. Los turnos de trabajo partido, las prisas por ir de un lado a otro o la falta de tiempo son los principales motivos para recurrir a este hábito tan extendido en nuestro país.
Aunque usar estos recipientes es algo seguro, hay casos en los que podemos poner en riesgo nuestra salud. Por ello, es imprescindible saber qué recipientes sí son aptos para comida y cuáles no, cómo debemos conservarlos, así como hábitos para su correcto consumo.
Para explicarlo en 'Herrera en COPE', hemos hablado con nuestro colaborador Pedro Caballero, amo de casa y coach del hogar, quien ha compartido sus consejos con todos los oyentes.
Recipiente de plástico
El primer aspecto que debemos tener en cuenta, aunque parezca muy básico, es que el táper sea apto para conservar alimentos y es que "no todo vale".
"Hay una serie de simbolitos que te dicen que el táper es apto para alimentos. Por ejemplo, vamos a ver que hay un cuadradito que viene como una copa y un tenedor, que es el que nos dice que es apto para alimentos. Hay otro que indica si se puede meter en el lavavajillas, otro para el microondas, otro si es apto para congelar, etc", explica Caballero.
cómo guardar los táper dentro y fuera de la nevera
Otro de los aspectos clave es la conservación de los táper. A la hora de meterlos en la nevera, es importante que los ubiquemos en la parte intermedia, ya que "hay estudios científicos que han descubierto que la zona media es donde se mantiene más su temperatura".
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Además, es importante comprobar que están bien cerrados, ya que en caso de meterlos en la parte baja con la tapa algo abierta, podrían contaminar el resto del frigorífico.
A esto hay que sumar que "no se puede guardar un táper caliente en la nevera". El experto explica que "hay que dejarlo fuera, que esté durante una hora o dos, a temperatura ambiente, y luego ya lo cerramos y lo metemos o lo congelamos.
Porque hay estudios científicos que han descubierto que al cerrar el táper, se forma una especie de vapor, que esto lo que hace es que fomenta bacterias como la salmonela, que a final lo que hace es que haya tantas intoxicaciones como estamos viendo".
Recipiente de plástico
En este sentido, el experto lanza una advertencia a todos aquellos que cortan directamente la comida dentro del táper: "El recipiente se estropea y puede suponer un foco para las bacterias, que se puedan meter en esas pequeñas rendijas que se hacen en ocasiones al cortar".
En cuanto a la conservación cuando los guardamos sin comida dentro, el truco para que no se rallen ni se queden encajados unos con otros es poner un papel de cocina entre cada recipiente.
eliminar los olores
El mal olor o la acumulación de humedad es otro de los asuntos que más suelen preocuparnos. En este sentido, Caballero aporta varios trucos caseros.
"Para que no coja olores, metemos un poco de arroz dentro para que absorba la humedad. Antes de guardarlo, vamos a coger este táper y con un cepillo de dientes del que ya no utilizamos, vamos a echar un poquito de agua y pasta de dientes. Lo friegas, lo dejas que se airee y lo guardas. El café también puede ayudar a combatir los malos olores", ha detallado.
la limpieza de los táper
Por último, se centra en la limpieza. Cuanto estamos fuera de casa y no queremos dejar los restos de comida pegados, podemos usar un papel de cocina mojado, hacerle una bola, cerrar el recipiente y agitarlo para que absorba parte de la grasa en el momento.
Además, "para que no se adhiera tanto la suciedad, sobre todo en plástico, antes de meter cualquier alimento, untamos un papel en aceite, lo 'barnizamos' y así se crea una película antes de echar los alimentos".