Ha sido una semana bastante agitada por varios motivos, entre ellos, por la proposición de Ley que ha presentado Sumar en el congreso, con la que pretende reformar el Código Penal y suprimir, entre otros, delitos de opinión como las injurias a la Corona, el ultraje a los símbolos nacionales y la ofensa a sentimientos religiosos. Aparte del enaltecimiento al terrorismo.

Dicen, en su propuesta, que estos delitos están desfasados, son anacrónicos y coartan, además, la libertad de expresión. Algo muy vago y muy amplio de lo que hablamos con un experto, el catedrático de Derecho Penal, Emilio Cortés. Él aseguraba en Fin de Semana que, la primera reflexión que hace al respecto, es la de "que dejen tranquilo el código penal".

Y es que, como aseguraba, si bien la libertad de expresión es un derecho fundamental, "puede entrar en colisión con otros derechos de la misma envergadura o que atienden a elementos del estado con sus signos y valores" explicaba. "Habría una posible revisión, no cabe establecer de manera autómata una presunción de que un ataque a estos valores están protegidos por la libertad de expresión, se tienen que mantener y habrá que revisar si está amparado por la libertad de expresión o no" decía.

Una reforma inspirada en un argumento ideológico

Como bien aseguraba este experto en Derecho Penal, esta proposición de reforma, atiende, más bien, a un argumento ideológico. "Se produce la desaparición de unos delitos por razones ideológicas, partiendo del presupuesto de que cualquier delito estará amparado por la libertad de expresión" decía.

Y si bien, como decía, esto ya se había planteado con anterioridad, parece que ahora puede salir adelante porque "al grupo Sumar le deben salir los votos, algo habrán hablado".

"La tendencia que tendrán las acusaciones con situaciones de este tipo es llevarlo a delitos de odio, pero tienen requisitos más estrechos que los delitos de los que hablamos. Estamos subiendo el umbral de incriminación de estas conductas, porque los delitos de odio nos exigen mucho más requisitos que los delitos contra sentimientos religiosos, injuria a bandera y jefe de estado, el código penal necesita otras reformas" expresaba.

Y una última sentencia: "hará falta que el insulto sea mucho más grave que lo que ahora mismo se exige para que sea delito".