Los misterios de las pirámides de Egipto

Rosa Pujol nos explica los misterios y curiosidades de las más grandes y mágicas construccioes del Antiguo Egipto

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Los misterios de las pirámides de Egipto

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Quizás alguno de ustedes haya oído el antiguo dicho de que “Los hombres temen al tiempo, pero el Tiempo teme a las Pirámides”. Y es que resulta increíble que semejantes montañas de piedra sigan ahí desafiando los siglos. Habrán oído ustedes teorías de todo tipo sobre su construcción y su uso, incluso hay quien habla de extraterrestres. Nuestra amiga Rosa Pujol prefiere pensar que lo hicieron hombres como nosotros, y aprovechando que acaba de regresar de ver muchas de ellas, le vamos a pedir que nos aclare las dudas.

Buenos días, etc. Sabemos que eran las tumbas de los faraones, pero ¿por qué se hacían sepulturas tan grandes?

Efectivamente eran muy grandes, pero poco enigmáticas. Realmente el único enigma consiste en que no sabemos a ciencia cierta COMO las construyeron. Por lo demás, es seguro que eran las tumbas de los faraones de las primeras dinastías. Esto abarcaría del 2,600. al 2,300 a.C.

Pero empecemos por el principio. Sabemos que les costó llegar a hacer pirámides que no se les cayeran. Para ello tuvieron que llegar a la inclinación exacta de 52º. Las que hicieron con otro ángulo se les cayeron. Empezaron haciendo varias mastabas superpuestas, y así no se caía, pero no tenía las paredes lisas, sino escalonadas. Nos queda una escalonada como ejemplo, de hecho, es la más antigua. Así, probando. llegaron a la pirámide perfecta, la que llamamos Pirámide Roja que está en Dahshur.

Una vez despejada la incógnita de la inclinación, ya no se les vinieron abajo y entonces fue la época de las grandes pirámides de Giza. Para provocar algo de vértigo en la audiencia diré que la de Keops, que es la mayor mide 147 metros de altura por 230 de lado. Es decir, si la rodeamos, caminamos casi un kilómetro. Está construida con unos 2 millones y medio de bloques de piedra, con un peso de 2 toneladas y media cada uno.

Allí, en la planicie de Giza no hay referencias para comparar, pero si la pusiéramos al lado de Torre Picasso, por poner algo conocido, solo sería 10 metros más baja. En cuanto a su volumen, sólo decir que en su interior cabría la Basílica de San Pedro del Vaticano. Da hasta un poco de vértigo.

Hay catalogadas unas ochenta pirámides, muchas de ellas citadas en los textos por su nombre. Esto no quiere decir que las ochenta estén en pie, ya que muchas de ellas son apenas unos montones de piedras.

Las que se pueden visitar por dentro no dejan de sorprender, bien por su compleja distribución interior, bien por las inscripciones en sus muros. Por ejemplo, la Gran Pirámide es anepigráfica, es decir no hay nada escrito en su interior. Es costosa de subir, pero tiene premio porque dentro está el gran sarcófago que tuvieron que meter sin acabar la construcción, ya que no cabría por ninguno de los pasadizos. La siguiente en tamaño, la de Kefrén tampoco tiene textos, tan solo un sarcófago vacío y un enorme graffitti en negro que da cuenta de que la descubrió Giovani Belzoni en 1818. Apenas es un poco más pequeña que la de Keops, e incluso según desde donde se mire, parece mayor.

La de Kefrén, además, conserva parte del revestimiento original de caliza blanca lisa y pulida. La cúspide, a la que llamamos piramidión estaba hecha de una aleación de plata y oro llamada electrum. Ver aquello en su esplendor con la piedra blanca brillando al sol y la cima lanzando destellos de oro debía ser todo un espectáculo.

La de Micerinos es sensiblemente más pequeña. Como dato curioso diré que las caras de las tres pirámides están exactamente paralelas. No sabemos cómo llegaron a tal precisión, pero ahí está la prueba.

Quiero también desmitificar la idea que nos da el cine de esclavos construyendo pirámides a latigazos. En el Antiguo Egipto NO había esclavos, como mucho, sirvientes. De hecho hubo un faraón que se construyó tres pirámides y no por ello fue odiado por el pueblo, sino al contrario. Por tanto estas ambiciosas construcciones solo se pudieron llevar a cabo a fuerza de religiosidad. Aunque visto desde un punto de vista político, construir estos monumentos también era una solución.

Todos sabemos que el Nilo se desbordaba cada año anegando y fertilizando los campos, pero durante la época de la inundación, quedaba una gran masa de la población ociosa. Los gobernantes empleaban a los campesinos en construcciones civiles paliando así estos periodos de inactividad.

En cuanto a las tonterías que se dicen de extraterrestres, y que las pirámides son máquinas cósmicas, o que lo que se mete dentro de una pirámide se conserva casi para siempre, yo lo niego rotundamente. Las construyeron hombres como nosotros, sin antenas, y son simples tumbas de piedra. Y las cosas no se conservan mejor en su interior. Si fuera así, hace tiempo que viviríamos en pirámides en lugar de en casas para conservarnos jóvenes. Aparte de que no hay más que ver a los guardianes que vigilan interior: están arrugados como pasas.

Pero no les hace falta ser misteriosas ni albergar enigma alguno para ser impresionantes y dejar sin habla al que las ve por primera vez, porque lo que sí son es mágicas.

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