La historia de Daniel, el alumno de 12 años que ya estudia en la universidad: "Creyeron que era una broma"
Charlamos con el pequeño y su madre en los micrófonos de 'Fin de Semana'

La historia de Daniel, el alumno de 12 años que ya estudia en la universidad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Imagina una persona con un coeficiente intelectual de 155. Un chaval de 12 años que compagina primero de la ESO con la universidad. Este año, además, ha comenzado a recibir clases de química general y orgánica. Acaba de comenzar ingeniería aeroespacial en la escuela superior.
Practica taekwondo, le encantan los videojuegos y estar con los amigos del cole.
Hablamos con Daniel Castro, que vive en Sevilla y con su madre.
Su mamá, llamada María, dice que si tuviese que describir la capacidad de su hijo, lo calificaría de "intenso. Son muchas cosas, muchas actividades. Tener la sensación de que te faltan horas al día y para saciar todo ese interés e inquietud, a veces es complicada la gestión".

Al principio, explica que no eran conscientes de las capacidades de su niño porque era hijo único. No obstante, había determinadas cosas que se salían de la norma. "Me hacía preguntas muy trascendentales. Con dos años, me preguntaba si estábamos solos en el universo o la muerte. Aprendió a leer solo, era autodidacta. Y, con todo esto, empiezas a darte cuenta. Me llamaron del colegio y me lo pusieron sobra la mesa".
Prosigue su discurso indicando que "hay un componente genético. Lo he investigado hace poco. En casa, tenemos claro que viene de mi madre. Mi hermano también lo es. Y yo lo he descubierto hace pocos meses".
Por otra parte, Daniel ha explicado que no tiene la sensación de ser distinto a los demás porque "es como el que puede correr muy rápido o el que se le da bien jugar al fútbol".
El sueño de este niño es trabajar en la NASA. De pequeño, ha contado que le gustaba mucho trabajar su memoria visual a través de un juego, el Memory.
Daniel ha contado que tiene una anécdota muy graciosa sobre lo que ocurrió cuando entró por primera vez a la universidad. "Cuando me senté, el compañero de al lado se giró, se me quedó mirando y me preguntó: '¿Pero tú cuántos años tienes?'. Se creyó que era una broma y que era el hijo del profesor. Siempre me han tratado bien, era como cualquier otro".
Si quieres conocer la historia completa, no te pierdas el resto en el audio que tienes adjunto a esta noticia.