Un experto confirma que gastas mucho más de lo que piensas por cada grado menos en el aire acondicionado y propone una solución
En Fin de Semana te contamos junto a Cristina López Schlichting, los trucos que deberás aplicar para gastar menos dinero este verano
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Laura Rizo, experta en consumo energético y Directora de Producto de Air Zone y Sigfrido Erráez, Decano del Colegio de Arquitectos de Madrid se pasan por Fin de Semana para debatir junto a nuestra presentadora, los motivos por los que gastamos mucho dinero en el aire, trucos para gastar menos y alternativas más tradicionales y naturales para combatir el calor.
Cambiar tu rutina para ahorrar
“El aire acondicionado consume más energía que un ventilador, representando alrededor del 40% del consumo energético en viviendas”, explica Laura. El uso del ventilador siempre es una opción más económica que el aire, sin embargo, no es necesario dejar de usar la máquina de aire acondicionado que tanto nos refresca las tardes y noches de verano.
Mucha gente piensa que apagar el aire los ratos que no está en casa es la opción más lógica y lo es, sin embargo, una vez en casa, el aire pasa a marcar 18 grados directamente. Poner directamente el aire tan bajo provoca un mayor consumo, ya que el dispositivo tiene que trabajar más. “Evitar poner temperaturas muy bajas, ya que cada grado menos puede aumentar el consumo en un 7%”, explica nuestra experta. Cada grado que bajas con tu mando, supone siete euros más en tu factura. Ahora todos nos pensaremos dos veces si tener la casa fría merece tanto la pena.
Aire acondicionado
Afortunadamente, los españoles tenemos dos rutinas muy positivas a la hora de gastar menos. Nuestros padres y abuelos suelen ventilan la casa por la noche, mientras todos duermen y por la mañana cuando el sol aún no pega con fuerza. Esta es una de las medidas más positivas ya que permite enfriar la casa para las horas que más falta nos hace.
Otro error que cometemos frecuentemente debido a la desinformación, es apagar y encender el aire con frecuencia, incluso para bajar la basura y volver. Es preferible no apagar el aire y mantenerlo a una temperatura estable.
La pregunta del millón: la temperatura perfecta
Cada vez que se acerca el buen tiempo, conocer la temperatura ideal para ahorrar y no pasar calor, es un tema que sobrevuela por nuestras cabezas. “Lo ideal es mantener una temperatura estable entre 24 y 26 grados para confort y ahorro energético”, recalca Rizo.
La ventilación mecánica es el modo más factible y económico para activar en casa. Su principal virtud es la capacidad para reciclar el aire que ya está climatizado, para enfriar el aire que entra y de esta manera ahorrar dinero y energía.
ventilador
el Método natural para combatir el calor
Por raro que nos parezca, hay países que no tienen la costumbre de usar el aire acondicionado. No tenemos que irnos muy lejos, apenas tres horas de avión para plantarnos en Alemania y comprobar cómo ahora están sufriendo las consecuencias de no tener costumbre de usar este invento. Los alemanes más tradicionales emplean una técnica de dudosa eficacia. Consiste en poner botellas de agua congelada en el punto más alto de la casa, generalmente junto a la ventana, actuando como un sistema de climatización gratuito pero poco eficiente.
A día de hoy, la mayoría de casas ya tienen aire acondicionado, pero resulta bastante curioso conocer cómo algunos alemanes se refrescaban los días más duros del verano.
Los toldos, la opción B
En la mayoría de casas de nuestro país, los toldos siguen siendo estando a la moda, especialmente en las casas con una terraza lo suficientemente amplia. “Los toldos son una evolución de las persianas tradicionales y pueden impedir la entrada de sol y ventilación”, afirma Sigfrido.
Ahora bien, el material de estos resulta clave. Un toldo con material inadecuado puede impedir al viento la entrada a tu casa y desde luego que el viento es una visita a la que ninguno cerraríamos la puerta.
toldo
Colores más claros repelen mejor el calor, pero son más sucios y poco resistentes, por lo que el color no resulta ser un factor decisivo. “La importancia del toldo radica más en el tipo de tela y su capacidad para dejar pasar el viento que en el color”.
Por desgracia, el toldo se convierte en un elemento inútil en las noches más frías, en las que el viento no hace prisioneros. En definitiva, el aire acondicionado y el ventilador son las mejores opciones, pero hay que saber cómo y cuándo usarlos.