
"He buscado la anécdota que defina al papa León XIV... y creo que la he encontrado"
Cristina repasa la figura del nuevo pontífice en su tercer día al frente de la Santa Sede
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¡Muy buenos días España!!! Es sábado diez de mayo y hay otra dana. Una tormenta en el noroeste que trae cielos nubosos, chubascos y hasta granizo, en el norte y tercio este del territorio. Más tranquila la cosa en el sur de la península o en Baleares, donde puede caer alguna lluvia débil. Lluvias también en varios frentes de Canarias. Esto es ya como Alemania, con la hierba esponjosa y densa, el suelo constantemente húmedo, que te deja los huesos doloridos y los meteorosensibles como yo arrastrándonos por las esquinas. En fin, a ver qué nos dice Jorge Olcina para San Isidro, a las 11.
Los periódicos recogen hoy las primeras confidencias de los cardenales después del cónclave. Hubo muchos votos para el cardenal Parolin, que partía como el favorito, pero su candidatura no triunfó. Nadie lo ha dicho aún pero imaginamos que el filipino Tagle estaba enfrente. Y curiosamente, desde el principio Robert Francis Prevost dio la campanada y, de forma incesante, fue ganando votos hasta triunfar en la cuarta votación, como hizo Benedicto XVI. Lo querían a él, claramente, de papa.
¿Por qué? Llevo días preguntándomelo. Para saber cómo es una persona miras primero su físico, luego echas un vistazo a su recorrido, finalmente preguntas a sus amigos. De su físico se infiere que es un hombre pulcro y muy cuidadoso. El pelo perfectamente cortado, el físico en forma de un jugador de tenis y paddle de 69 años.
Han subrayado lo de la muceta y los tradicionales atributos papales, la estola, el pectoral de oro, en su primera aparición, pero, por debajo del balcón, cuando saludó, llevaba sus viejos zapatos de siempre, los negros. Ha prescindido de los rojos que a veces usaba Juan Pablo II y casi siempre Benedicto XVI. ¿Cómo es este Papa mitad y mitad?
Para empezar sensible, se ha hablado hasta la saciedad de sus lágrimas, y de esa nuez que subía y bajaba porque tragaba para no llorar.
¿Y sus gestos? Pues escribe las cosas. No sale al ruedo espontáneamente, como nuestro querido Francisco, hala, hala. Es un jurista preciso que dice exactamente lo que quiere decir y en los términos que quiere decirlo.
Ha sido estudioso desde pequeño, matemático, canonista, con cinco idiomas. Además, lee en latín y yo lo he visto contestar en la televisión alemana a los que le preguntaban en este idioma. Eso hace siete lenguas.
También es generoso, dejó su Chicago natal y se pasó 40 años en el Perú, de misionero agustino. Se enfrentó a Fujimori, ayudó a los más pobres en la pandemia y ha denunciado el desastre medioambiental que ha provocado tremendas inundaciones en Perú con el fenómeno del Niño.
Pero todo esto ya lo sabéis.
Cosas que me llaman la atención. Tiene colaboradoras mujeres, por ejemplo la rectora de la universidad Santo Toribio de Mogrovejo, de la que ha sido canciller, también religiosas y laicas en el consejo de su anterior diócesis de Chiclayo y ayer puso a dos mujeres a leer las lecturas de su primera misa en la capilla Sixtina, entre ellas la española Fermina Álvarez.
Sus amigos dicen que es discreto, escuchador y recto, muy recto. Pero yo sigo buscando la anécdota que me lo defina y creo que la he encontrado.
Me la ha contado monseñor Ángel Francisco Simón Piorno, también obispo en su día en Perú y estrecho colega suyo. Un hombre noble, con las cosas claras. Sabe quién es y no tiene empacho en reconocerlo. Y de ahí no lo mueven. Eso quería yo, saber si está en condiciones de hacerle frente a los déspotas de este mundo. Y sí, está en condiciones.
León XIV ha elegido el nombre del Papa que fundó la doctrina social de la Iglesia, el que se ocupó por primera vez de los obreros y la justicia social en las encíclicas.
Pero es que este hombre, sobre todo tiene una fe profunda y sabe que Jesús ha resucitado. Sus primeras palabras desde el balcón vaticano fueron las de Cristo a los apóstoles cuando atravesó las paredes del cenáculo y se dirigió a ellos: “La paz sea con vosotros”.
Vivo después de la crucifixión. Estas palabras no se refieren solo a la necesidad de paz, en las terribles guerras o en la desgraciada vida privada llena de violencia, se refieren a que El que nos habla está vivo después de la muerte. Él cree eso. Y ayer lo volvió a repetir.
En su primera misa ante los cardenales dijo: “Hay muchos contextos donde la fe cristiana -afirmó- se considera un absurdo, algo para débiles y poco inteligentes. Donde se prefieren otros valores: La tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer.
Hay otros contextos en que Jesús, aunque apreciado, se reduce solamente a una especie de líder carismático, a un superhombre. Incluso entre muchos bautizados, que de ese modo terminan viviendo un ateísmo de hecho.
Por eso, también para nosotros, es esencial repetir: “Tú eres el mesías, el hijo de Dios vivo”. “ El Papa cree que Cristo está vivo.
Es el pequeño de tres hermanos de una familia de emigrantes bien avenida. Me gusta cómo su hermano mayor, Luis, ha recibido la noticia:
“Oh, por Dios, es Rob (lo llama Rob) ya no va a ser lo mismo, oh… y de repente: ¡Sí Es Rob, sí, sí, Es rob!
Luis explica cómo, de niños, él jugaba con pistolas, puñales arcos y flechas y Rob se empeñaba en jugar a las misas…
-¡Vamos hombre, juguemos a otras cosa, qué aburrido! pero él decía -- “¿Puedo darte la comunión?”.
Y lo fastidiábamos con eso: Lo que quieres es ser papa, vas a ser papa. Y aquí estamos.
Siempre quiso ser sacerdote y lo logró. Siempre ha trabajado por la gente, construyendo iglesias y escuelas.
Con respecto a Francisco será una cosa más en el centro. Subrayando lo que Dios y Jesús le dijeron: “Sígueme y estarás a salvo. El mal no prevalecerá”.