La bomba saltó a última hora de este martes: Vinicius Júnior no será sancionado por la tarjeta roja que vio ante el Valencia en Mestalla después del enganchón con Hugo Duro en una decisión sin precedentes. El Comité de Competición de la RFEF optó por dejar sin pena esta acción del encuentro del pasado domingo, explicando que la razón es que De Burgos Bengoetxea le expulsó tras ver unas imágenes incompletas que omitían lo sucedido previamente y que, según coincidieron todos en 'Tiempo de Juego', también debió ser expulsado. Esto es lo que opina Paco González sobre las razones de este anuncio en 'El Partidazo de COPE'.

El estamento también anunció que se cierra la grada sur Mario Kempes de Mestalla al considerarse una infracción muy grave esos insultos racistas por parte de varios aficionados hacia Vinicius Júnior. Precisamente, este martes tres de ellos fueron detenidos y puestos en libertad tras tomar declaración. Al Valencia se le impone a la vez una sanción económica de 45.000 euros, aunque anunció también por la noche que interpondrá un recurso ante el Comité de Apelación porque siguen considerando que el informe que lo respalda no recoge toda la verdad de lo sucedido como explicó Hugo Ballester durante el programa.

El Valencia reaccionó a esta decisión del Comité en el que muestra su total "desacuerdo e indignación" por "la injusta y desproporcionada sanción impuesta por el Comité de Competición al club". La entidad denuncia, como se pudo escuchar en 'El Partidazo de COPE', que en esta resolución "se manifiestan pruebas que contradicen a lo que dice la Policía Nacional y LaLiga" y que la sanción "se basa en pruebas que el club no ha podido ver y sin darnos trámite de audiencia". Por lo que se avecina un proceso largo desde el lado de la entidad de la ciudad del Turia.

Paco González explica las verdaderas razones por las que Competición anuncia esta decisión

El hecho de que el 'caso Vinicius' haya cogido una relevancia mundial lo ha cambiado todo, tal y como explica Paco González en 'El Partidazo de COPE' en unas palabras que puedes escuchar aquí. Todo empezó con Lula da Silva saliendo en defensa del jugador del Real Madrid solicitando una reunión con la embajadora española en Brasil para abordar la cuestión. El país sudamericano dio otro paso al amenazar a España con aplicar el principio de extraterritorialidad, que consiste en "aplicar la ley brasileña en caso de crímenes contra brasileños, incluso en el exterior", como explicó el ministro de Justicia en Twitter.

Esa presión también ha llegado a través de las declaraciones de Florentino Pérez de este martes. El presidente del Real Madrid se ha mostrado tajante y por eso deja claro que el club "no va a tolerar más incidentes ni insultos racistas contra ninguno de nuestros jugadores". Además de pedir y manifestar que "es necesario cambiar diametralmente la estructura arbitral del fútbol en este país, para que nunca se pueda hacer responsable del delito a la víctima que lo sufre como está ocurriendo ahora". Parece que habrá más reacciones.

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