Hablamos con uno de los españoles evacuados en Katmandú, Jonathan, al que el terremoto le cogió de camino al aeropuerto para viajar a Japón: "El movimiento lo viví camino del aeropuerto, tuvimos un accidente, se nos cayó de todo en el taxi, vi fallecer a dos personas dentro del coche. Estamos sin comer, ni beber, ni atención primaria, estamos deseando volver a España. Estaba de turismo, el terremoto me pilló en mi último día, iba a ir a Japón. Hemos visto muchos muertos, casas que se caían alrededor... El país se ha portado fatal con nosotros, nos han tratado como a perros encerrados. El Gobierno nepalí nos quería engañar porque nos vendía el agua a mil dólares. Tengo contracturas en la espalda, no sé ni lo que tengo, estoy deseando ver a un médico. Lo único que queda en la ciudad son escombros, la ciudad no existe".