EL PARTIDAZO DE COPE
Gonzalo Miró se sincera sobre por qué es tan crítico con Simeone en el Atlético: "No puedo vivir de esa esclavitud"
Señalado siempre como el azote de Diego Pablo en El Partidazo de COPE, el tertuliano reflexiona sobre la figura del entrenador argentino y su carrera como rojiblanco
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Hay quien enciende la radio esperando escuchar pasión, análisis y también polémica. Y Gonzalo Miró, tertuliano todoterreno, cumple con creces esa expectativa. En su paso por La Contraportada de El Partidazo de COPE, se despoja del personaje y habla en primera persona. Sin maquillaje. Sin escudos. Especialmente cuando el tema deriva en su Atlético de Madrid y la figura de Diego Pablo Simeone.
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"Yo no tengo nada personal contra Diego", comienza afirmando, consciente de que su nombre suele aparecer asociado a las críticas más duras contra el técnico argentino. "Me parece que Simeone es probablemente, si no la primera, la segunda gran figura de la historia reciente del Atlético, junto con Luis Aragonés", dice con respeto. Pero inmediatamente matiza: "No puedo vivir siempre de esa esclavitud que supone decir: 'Con lo que me ha dado, todo vale'. Eso ya se lo ha valorado el club, se lo valoro yo, se lo valora todo el mundo".
Esa frase lo resume todo. Para Gonzalo Miró, ser del Atleti no significa rendirse al dogma cholista. Su crítica no nace del rencor ni del oportunismo. Nace del amor. Del deseo de ver al club crecer con libertad, sin estar preso de una única forma de entender el fútbol. "En mi manera de concebir el Atlético de Madrid, los cholistas tienen cabida. Pero en el Atleti que ellos conciben, yo no quepo", lamenta.
Gonzalo Miró con la camiseta del Atlético de Madrid
Una crítica desde dentro del escudo
Miró lo dice con claridad: "Yo soy del Atleti desde que tengo uso de razón". Su amor por el club es de cuna, alimentado por ídolos como Futre, reforzado en etapas en las que incluso viajó en el avión del equipo y convivió con figuras como Juanfran, Gabi o Godín. Desde esa conexión emocional, su mirada crítica cobra aún más sentido. "No soy menos del Atleti por opinar diferente", reivindica.
La conversación con Carlos Ganga permite descubrir una versión más reflexiva del colaborador. Alguien que entiende que el aficionado del Atlético puede ver en Simeone un tótem intocable, pero que también pide comprensión para quienes, como él, creen que es momento de mirar hacia adelante: "Yo entiendo a quien dice: 'El Cholo para siempre'. Pero también espero que se entienda mi posición: no soy menos rojiblanco por pensar distinto".
El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone (d), asiste este lunes, a un partido del Mundial de Clubes entre el Atlético de Madrid y Botafogo en el estadio Rose Bowl en Los Angeles
Lejos de esconderse, Miró se muestra. Reconoce que le han parado por la calle para pedirle que deje de criticar al técnico. Pero lo relativiza: "Es tan residual que ni lo valoro". Y subraya que, aunque no fueron amigos íntimos, con Simeone siempre hubo respeto mutuo: "Nos saludábamos, hablábamos de fútbol. Yo no puedo presumir de tener una gran relación, pero sí una relación cordial".
Tertuliano sin disfraz
Acostumbrado a navegar entre la política y el deporte, Gonzalo Miró no finge neutralidad. "Yo digo lo que soy. Soy del Atleti, soy de izquierdas. No engaño", asegura. Esa honestidad le ha costado alguna que otra crítica, también desde dentro del club, aunque él las acepta con naturalidad. "Alguna vez se ha molestado alguien, pero lo entiendo. Yo también encajo la crítica", reconoce.
Desde sus inicios con Concha García Campoy hasta su consolidación en COPE de la mano de Paco González y Juanma Castaño, Miró ha encontrado en el micrófono un espacio de libertad. No necesita convencer a nadie, insiste, solo aportar su mirada. "No me presento a las elecciones de nada. Lo que busco es análisis, no adhesión", sentencia.
Y cuando le preguntan si echa de menos aquellas etapas en las que colaboraba más directamente con el club, responde con madurez: "Dejaron de contar conmigo, y yo también tenía más trabajo en otros sitios. Fue mutuo". Lo dice sin rencor. Como alguien que ha aprendido que en el fútbol, como en la vida, los ciclos terminan.