Hace 40 años mientras bailábamos Alaska y cantábamos a todo pulmón las canciones de Los Chunguitos, entraba en vigor la Ley Orgánica de Libertad Religiosa. Una ley que llega en un momento en el que el país estrenaba Constitución. Hoy en El Espejo analizamos lo que supuso con Eugenio Nasarre, una de las personas claves de esta Ley de Libertad Religiosa.

Nasarre es un político español, ha sido Director General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia; Subsecretario del Ministerio de Cultura y Director General de Radio Televisión Española (RTVE). Además, participó de forma activa como primer director General de Asuntos Religiosos, en la elaboración de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa.

Eugenio Nasarre afirmaba que esta ley era “una de las libertades claves, después de la Segunda Guerra Mundial como “elemento configurador de las democracias”. Ese fue el gran debate, en un momento muy delicado prevaleció el espíritu de concordia en todos los actores políticos. Porque asegura “todos éramos muy conscientes de como la religión había sido un asunto que había enfrentado a los españoles”.

Afirmaba, además, que las claves esenciales de esta ley “eran sustancialmente distintas al del régimen de Franco”.

La ley de libertad religiosa se constituía como una ley de tolerancia de los cultos no católicos y Nasarre, declaraba a El Espejo, que sobre esas bases, el Gobierno de Adolfo Suárez, al cual pertenecía, en su programa electoral era una prioridad resolver el tema religoso para mejorar la convivencia entre los ciudadanos.

Nasarre resume los puntos claves de esta ley en que “tenía que ser una ley de intervención mínima del Estado” y en que debía “establecer cómo hacer el principio de cooperación” que establecía la Constitución. Esto se realizaría “a través de unos acuerdos de cooperación con las Iglesias y confesiones”.

También, daba su opinión sobre la libertad religiosa actual o la posibilidad de un nuevo consenso, y expresaba que “tenemos motivos para estar preocupados”, refiriéndose al Gobierno de nuestro país.