Ana y David eran unas personas con un futuro brillante. Sus compañeros de trabajo aseguran que siempre estaban dispuestos a colaborar, a seguir aprendiendo y a echar una mano en todo. Ana y David, desgraciadamente, murieron hace unas semanas. Tenían 24 y 26 años, respectivamente. La culpa, la tuvo un coche que circulaba en sentido contrario a toda velocidad. Un kamikaze se interpuso en el camino de ambos y todo se acabó. Esto ha motivado que Eduardo Pesquera, vecino de Cantabria, esté recogiendo firmas en Change.org para conseguir que el gobierno instale sistemas anti-kamikazes que frenen estas muertes. Para ello propone un sistema de alertas por sirena para avisar al conductor, y si no para, un mecanismo de barrera que se active sólo para el que circule en sentido opuesto. Pesquera afirma que “recorre miles de kilómetros en coche a la semana y no se puede perder la vida porque un vehículo circule en sentido contrario”. En apenas un mes ha conseguido casi 350.000 firmas.