1 de agosto: baja la temperatura en Wall Street. Se confirma lo dicho: acaso lo de Facebook sea el inicio de la corrección bursátil. ¡Huele a sobrevaloración! ¡Vienen curvas con inversores vendiendo acciones y no solo de las tecnológicas!

Según los datos del PIB, ¿entramos en fase de desaceleración económica? Diría que sí. Zona euro: crece al 2,1%, y en España el PIB lo hace al 2,7% interanual, por debajo del 3%. ¡Pequeño impacto psicológico! Tira la demanda nacional, pero resta la exterior

Consumo privado moderado y más consumo público, ¡la casa es grande! crece la inversión y aflojan nuestras exportaciones. En clave positiva: más remuneraciones de los asalariados con más gente trabajando y mejora la remuneración media. Una sombra: disminuye la productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo. Con todo, crece la industria y desciende turismo

Si fuera presidente a día 1 de agosto de 2018, volaría con el Falcon 900 a la República Checa e indagaría por qué su paro es del 2,4%. Luego, con el Falcon 900, iría a Alemania y vería por qué su paro es del 3,4%. Entretanto, reflexionaría sobre nuestro paro del 15,2% y del 5,1% en Irlanda. ¡Y hacia Dublín volaría, con sendas preguntas en la cabina del Falcon 900!

Primera: ¿por qué en Irlanda el gasto público es del 26,1% del PIB y en España del 41%? Quizá tendría que esperar a que el premier irlandés, Leo Varadkar, llegara en autobús y no en Falcon 900.

Segunda: míster Leo: ¿cómo es factible que Irlanda recaude por impuesto sobre sociedades el 2,7% del PIB y en España solo el 2,3% del PIB? regresaría a bordo del Falcon.