El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha conocido hoy algunos de los vestigios medievales que se conservan en el subsuelo del ayuntamiento de Alicante, como la antigua muralla del siglo XIII, poco antes de protagonizar un mitin en la ciudad.

El presidente ha hecho su primera visita oficial al consistorio alicantino diez días después de que el popular Luis Barcala fuera investido alcalde como candidato de la lista minoritaria más votada, después de la renuncia del socialista Gabriel Echávarri, por su doble procesamiento judicial por sendos delitos de prevaricación administrativa.

Tras el ayuntamiento, Rajoy, ya en calidad de líder del PP, participa en un acto de partido en el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA), para arropar al nuevo alcalde y reivindicar que la lista más votada en las municipales se haga con las alcaldías.

Acompañado por el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo, Rajoy ha llegado al mediodía al edificio consistorial, se ha fotografiado con los concejales presentes y ha firmado en el libro de honor antes de reunirse unos minutos con el nuevo alcalde popular.

A su llegada y frente al ayuntamiento, le esperaban un centenar de personas pitando y protestando tras una pancarta en la que se leía "Jubilación anticipada ¡ya!", firmada por los sindicatos de la policía local y autonómica, y algún jubilado con carteles para mejorar la subida de las pensiones.

Ha sido recibido a las puertas del edificio consistorial por el alcalde Barcala, el grupo municipal del PP, los portavoces de la oposición: Eva Montesinos (PSPV-PSOE), Yaneth Giraldo (Ciudadanos) y Natxo Bellido (Compromís) y la también concejal socialista Gloria Vara, mientras que se han ausentado el resto, incluidos todos los de Guanyar Alacant, cuyo portavoz, Miguel Ángel Pavón, estaba entre los concentrados de enfrente.

Durante la recepción, en la que también estaba el exministro de Exteriores y diputado por Alicante José Manuel García-Margallo, el portavoz de Compromís ha entregado a Rajoy una carta con las reivindicaciones de su partido para la ciudad.

Antes de firmar en el libro de honor y recibir una placa, en un breve recorrido por el sótano del edificio Barcala ha enseñado los vestigios medievales hallados cuando se rehabilitó el inmueble, los más antiguos del siglo XIII.

Se trata de la antemuralla medieval o 'barbacana' construida entre la segunda mitad del siglo XIII y el XV, varias calles de los siglos XVII-XVIII y pavimentos posteriores.

Entre los restos, también ha visto antiguas habitaciones de casas que almacenaban materiales domésticos y una sala para el 'cuerpo de guardia', así como un viejo basurero extramuros.