La normalidad es la nota dominante en el casco viejo de Pamplona tras una jornada que ha comenzado con el desalojo del palacio del Marqués de Rozalejo y que llega a su fin con la okupacion de nuevo de este edificio, propiedad del Gobierno de Navarra.

Las protestas que habían comenzado de madrugada con el inicio del desalojo del denominado gaztetxe Maravillas se han sucedido durante todo el día en la zona, en la que la Policía Foral ha mantenido su dispositivo policial hasta pasadas las dos de la tarde.

Posteriormente y tras la celebración de una asamblea en la plaza del Castillo ha comenzado una marcha de protesta, en la que se han vuelto a producir momentos de tensión, que ha concluido con la apertura de las puertas del palacio y la entrada en el edificio de okupas que han mostrado a través de las redes sociales su intención de permanecer en él.

A partir de ese momento y ya sin presencia policial en los alrededores la plaza de Navarrería ha vuelto a recobrar su imagen habitual de una noche de fin semana, con numerosas personas congregadas en ella en un ambiente festivo.