La Audiencia de Cantabria ha condenado a 17 años de cárcel, por homicidio y robo por violencia, a uno de los tres acusados por la muerte del comerciante chino de Torrelavega, mientras que a los otros dos jóvenes que le acompañaron les condena por robo con violencia a 4 años y dos meses de prisión.

El joven que está en prisión provisional y que ha sido condenado por el homicidio también deberá responder de un delito leve lesiones, por la agresión a la mujer del comerciante chino. Tendrá que pagar por ello una multa de 240 euros y no podrá aproximarse a la mujer durante un periodo de seis meses.

La condena por homicidio para este joven también incluye una medida de libertad vigilada de cinco años tras la salida de prisión, así como el pago de una indemnización de 253.600 euros para la familia del fallecido y de 26.800 euros para el Servicio Cántabro de Salud, por la asistencia prestada al agredido, que murió en el hospital cinco días después de la paliza.

La sentencia de la sección primera de la Audiencia, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, explica que el principal acusado acudió el 11 de noviembre de 2015, junto con los otros dos, un hombre y una mujer, al establecimiento del ciudadano chino con la intención de venderle una serie de productos que previamente había sustraído en un supermercado.

Pero al no ponerse de acuerdo acerca de la venta, se inició una discusión en la que el principal acusado "propinó al tendero varios golpes, numerosos puñetazos, rodillazos y patadas por todo el cuerpo, incluido un fuerte golpe en la parte derecha de la cabeza que le hizo caer al suelo, donde se golpeó con la parte izquierda del cráneo".

La Audiencia indica que no consta que "el tendero se defendiese ni que, una vez recibido el golpe en la cabeza, estuviese en disposición de plantear oposición alguna, pese a lo cual el principal acusado continuó la agresión".

El relato de los hechos añade que cuando la mujer del comerciante fue a ver qué sucedía también fue agredida por el principal acusado, quien, además, recientemente pegó al director del centro penitenciario El Dueso, donde cumplía prisión preventiva.

La sentencia agrega que, tras la agresión, los tres acusados se apropiaron de varios efectos en el bazar chino que se llevaron al abandonar el lugar, y que fueron a una plaza cercana donde fueron localizados por la Policía.

Según consta en los hechos probados de la sentencia, el tendero chino murió por las lesiones que sufrió.

El tribunal destaca que "la única persona que cabe afirmar sin género de dudas que golpeó al tendero y que le causó las lesiones que presentaba es el principal acusado".

Para llegar a esa conclusión, los magistrados se basan en sus propias manifestaciones, ya que hasta el momento del juicio asumió ser él el agresor.

También se apoyan en la lesión que presentaba en los nudillos de la mano y en su autoinculpación cuando estaba en los calabozos, donde "gritando y de manera enteramente espontánea", dijo "que había reventado la cabeza al chino y al día siguiente iba a ir a matarlo".

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El tribunal no considera que se haya probado la participación de los otros dos jóvenes en la agresión al tendero, pero sí considera que los tres procesados cometieron un delito de robo con violencia.