Se trata de la primera vez en que los participantes recibirán un certificado oficial que avale sus capacidades, una circunstancia posible gracias a la reconversión de la antigua Escuela Taller en Centro de Formación.   En concreto, el taller de albañilería está enfocado a operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción, más fábrica de albañilería. Por su parte, el Ayuntamiento de Almassora se muestra favorable a promocionar la cerámica como motor de la economía local y provincial. La especialidad solicitada refiere reproducciones de moldes y piezas cerámicas artesanales, además de alfarería artesanal.   Al margen de las modalidades más prácticas, el departamento que dirige Santiago Agustí se ha decantado en esta ocasión por el módulo de oficinas, que se traduce en actividades administrativas en la relación con el cliente, más operaciones auxiliares de servicios administrativos y generales.   “El Ayuntamiento de Almassora nunca había solicitado las tres especialidades en estas circunstancias, en que los alumnos recibirán por primera vez, cuando acaben el año de formación práctica y teórica, certificados de profesionalidad tras la homologación del centro”, ha señalado el concejal de Empleo, Santiago Agustí. Las obras finalizaron el mes pasado con una inversión de 100.000 euros para convertir la antigua Escuela Taller en Centro de Formación, según la normativa legal vigente.   El consistorio ejecutó así el proyecto más votado por los vecinos en la primera edición de presupuestos participativos, la que corresponde al ejercicio vigente, para atender la preocupación social por la formación y la inserción laboral. De hecho, en caso de que Conselleria de Trabajo conceda los tres talleres, los vecinos de Almassora podrán acudir al departamento de Empleo para informarse sobre el proceso de selección de los más de 30 beneficiarios.