La incertidumbre política creada por la situación de bloqueo genera una perceptible tensión en la economía española, dentro de un marco europeo que está afetado por varias incógnitas, como por ejemplo la marcha de la economía italiana. A lo largo de los últimos días se han hecho públicos una serie de datos sobre la economía española que, aunque refuerzan la tesis de la sostenida recuperación económica, apuntan a una creciente preocupación causada también por la situación de provisionalidad en el gobierno. Esta inestabilidad se ha visto agravada enlsa últimas horas por el descenso generalizado en las bolsas europeas.Según los datos aportados por el Banco de España, la deuda de las administraciones públicas ha aumentado de forma considerable, con lo que saltan por los aires los objetivos de contención de deuda del gobierno. Este endeudamiento hace más vulnerable a nuestro país en un futuro inmediato. La deuda pública, junto con el déficit y el paro, son los grandes retos a los que se tiene que enfrentar una futura política económica. Sin embargo, la caída de la prima de riesgo por debajo de los cien puntos, el descenso de los intereses que paga el Estado por el bono a diez años, o la bajada significativa en el nivel de morosidad de la banca española, apuntan a una recuperación postiva de nuestra economía, que necesitaría de la estabilidad de una política que continuara en la senda de la consolidación de la recuperación económica y estimulara la inversión y la productividad.