La operación se inicio en el mes de septiembre en la localidad de Hoyo de Pinares, coincidiendo con sus fiestas patronales y fruto de las primeras investigaciones se determinó que un matrimonio muy vinculado al municipio se desplazaba periódicamente a esta allí ara distribuir hachís en distintos establecimientos públicos. A su vez el matrimonio era abastecido por dos hermanos de origen marroquí residentes en Ávila que se dedicaban a la venta de cocaína y hachís  en poblaciones próximas, entre ellas El Barraco. Estos hermanos eran suministrados por una red delictiva perfectamente organizada con base en Madrid.   Entre el material intervenido se encontraban más de 82 kilos de hachís, cuyo valor de venta hubiera alcanzado los 500.000 euros, 21 gramos de cocaína y casi 9.000 euros fraccionados en billetes de diferente valor, procedentes de la venta de la droga.