El particular Huerto de los Olivos de Antonio 'El Durico' en Murcia
A sus 86 años sigue siendo fundamental para la cofradía del Perdón

El particular Huerto de los olivos de Antonio 'El Durico' en Murcia
Murcia - Publicado el - Actualizado
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En un pequeño reducto de la huerta, Murcia guarda su particular huerto de los olivos. Lo cuida con esmero Antonio, a quien todos conocen como Antonio 'el Durico'. Desde que nació hace 86 años, es un hombre vinculado a la cofradía del Perdón que procesiona cada Lunes Santo y más en concreto al paso del Prendimiento.
En ese paso, año tras año, desde hace 50, se ha ido colocando una olivera de grandes dimensiones, que precisamente se mimaba durante todo el año en el huerto de Antonio. "La cosa de la olivera, era mi hermano. Ahora la olivera planta en el trono".
La olivera pesa unos 200 kilos cuidados con mimo y esmero para estar lista en la procesión. Desde hace tres años, la olivera se queda fija en el paso del Prendimiento. No obstante, cada Semana Santa, desde 2022, nace otro ritual. El corte de las ramas que dan luego realce al trono.
Angelita es la hija de Antonio. "Mi tío Sánchez ya cogió y ya avisó a los nazarenos y empezaron, tres o cuatro, cinco como muchos, a venir a ese corte. Ahora vienen todos los nazarenos, o si no la mayoría, con amigos, con hijos, con mujeres, al corte de la olivera", indica Angelita.
Padre e hija están muy orgullosos de que la olivera ya no se separe nunca más del Prendimiento. "¡Viva el prendimiento! ¡Viva la camarera! ¡Viva los nazarenos del prendimiento!". Sin duda son muchos los recuerdos de los que tiene este nazareno murciano de 86 años y todos ligados a su familia, los Torraos.
Generación tras generación han sacado el paso sobre sus hombros. A Antonio 'el Durico' le marcó, sin duda, un fatal accidente con la moto hace ya muchos años. Desde entonces no puede cargar el trono, pero no deja de acompañar a su Cristo.

Antonio "el Durico" y Angelita
fe en tiempo de pandemia
Y si hablamos de momentos difíciles para la que se conoce como casa del Prendimiento, sin duda hay que referirse a los días de pandemia. No poder desfilar era un auténtico calvario para esta familia, pero también para eso encontraron una solución, con un trono improvisado que desfiló por un camino de huerta.
"Mi yerno me hizo un trono. Entonces le puso el Cristo del Perdón, el Prendimiento, la tocha, la olivera y todo. Y entonces con la mascarilla, pues pues sí, toda la familia. M hija se vistió de penitente, mi nieta también, y yo con el trono". recuerda emocionado Antonio.
También con mucha emoción cuenta Antonio que nada hubiera sido igual sin su fiel compañera, su esposa Angelita, la camarera del paso, la que se encarga de tener todo a punto, desde planchar en aguas hasta cocinar paparajotes o preparar y luego distribuir las monas que se reparten en la procesión. Una camarera que ya casi no puede ver, pero que sigue sintiendo muy dentro la pasión por la Semana Santa y por este paso del Prendimiento.

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Antonio, a sus 86 años, tan solo quiere poder caminar, lo justo para seguir acompañando al Cristo desde la iglesia de San Antonio en el Lunes Santo y poder seguir con las tradiciones familiares.
"Yo a 86 años, pero déjame que ande contigo, déjame que ande contigo", pide. Esta es la historia de Antonio y Angelita. Allí les dejamos en su huertos con los olivos que una vez más serán protagonistas en Semana Santa.
Antonio es excepcional, pero hay miles de historias que merece la pena conocer y que en estos días dan forma a la fe a través de la Semana Santa a lo largo y ancho de la geografía nacional.