Va a un bar de hamburguesas de Murcia, pide la cuenta y ofrece un método de pago que descoloca al personal: ni tarjeta ni efectivo

Una anécdota que recogía la cuenta de X, antiguo Twitter, @SoyCamarero y que provocaba la carcajada en miles de usuarios, que no daban crédito de lo que leían

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Bar en Murcia

Ana Rumí

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Si hay algo que nos encanta a los españoles, sea la época del año que sea, es ir al bar. Da igual que haga frío o calor: siempre hay alguno que nos recibe con los brazos abiertos, pase lo que pase y sea cual sea la situación. Tal vez por eso son tan populares en nuestro país

Hace unos meses, cuando era pleno verano, seguramente preferíamos una terraza para escapar del calor. Ahora, con el otoño encima, apetece más buscar un rincón acogedor en el interior, y si hay una calefacción cerca, mejor aún. Sea como sea, el bar siempre es el punto de encuentro perfecto para empezar una buena velada.

Es el lugar ideal para ponerse al día con un amigo al que hace semanas que no ves, o para conocer un poco más a alguien con quien estás empezando a conectar. Perfecto para un vermú a media mañana, un café con leche a la hora de la merienda o, para otros, una copa después de cenar.

Terraza de un bar

Aunque la mayoría de las experiencias en bares y cafeterías suelen ser positivas, a veces nos topamos con alguna que deja un mal sabor de boca, incluso desagradable, especialmente para el personal de ese local. Para eso existen las reseñas en Google, donde los clientes comparten sus vivencias.

Cuentas como @SoyCamarero, en X, antiguo Twitter, se dedican precisamente a recopilar esas historias que llaman la atención de todos, y algunas incluso terminan siendo aplaudidas por los usuarios.

El método de pago en Murcia que descoloca  

Era, precisamente, esta cuenta de Twitter la que recogía la anécdota que ocurría en un bar de hamburguesas de Murcia. Y es que un cliente acudió ahí para comer, pero el resultado no fue como esperaba.   

Y no porque algo saliera mal en la comida, le sentase mal o no se correspondiese con el precio, sino porque él quería pagar de una forma determinada y no le dejaron. Molesto, decidió colgar una reseña en el apartado del restaurante en Google. Todo, porque no quería pagar ni con tarjeta ni en efectivo.

“No nos avisaron que solo se podía pagar con tarjeta o en efectivo. Lugar mediocre, al igual que su comida, también pequeña en cantidad. No repetiría” decía este cliente, que ponía la puntuación más baja permitida.

Eso era algo que descolocaba al personal, que se preguntaba que, en ese caso, cuál era el método de pago que quería efectuar. “Nos tienes intrigados, si no era con tarjeta ni efectivo, ¿qué traías, un trueque de hamburguesas? Gracias por el comentario y ojalá te animes a darnos otra oportunidad” decía el restaurante con mucho humor.

Eran muchos los usuarios que soltaban una carcajada a través de las redes sociales, pues no entendían qué método de pago quería utilizar el cliente, y aplaudían la respuesta del hostelero, que no dejaba lugar a dudas.

 La respuesta de un bar de Salamanca  

Si te das un paseo por las reseñas de Google de cualquier local (tanto los que has probado como los que no), te encontrarás con multitud de opiniones buenas pero, de vez en cuando, alguna mala.   

Y esto puede ser perfectamente normal, porque puede no gustarte un sitio o tener alguna queja respecto al servicio, pero muchas de esas reseñas negativas lo único que pretenden es atraer atención hacia ellas.

Lo hacen de la forma más creativa que saben, con palabras y expresiones graciosas y, lo que parecen buscar, es volverse virales. Por eso, no debería de extrañarles que los dueños respondan de la misma forma.

Esto pasó a unos clientes de Salamanca, que fueron a una cafetería a pedir el desayuno y, descontentos, decidieron dejar una reseña negativa. “Tiene los precios más caros que hemos visto en ninguna parte. Una tosta de tomate y aguacate con unas pipas por encima, 9,70€” decía.

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Salamanca

Más adelante,se quejaba del espacio del lugar, y de lo poco que cabían los clientes. “Hay mil sitios en Salamanca donde disfrutar de un buen desayuno con vistas espectacularesVolveremos cuando nos toque la lotería” decía este cliente.

Era entonces cuando el dueño del restaurante les respondía directamente, haciendo alusión a eso de la lotería. “Juega al Euromillón, combinación que te hará rico le espetaba, dejándole una serie de números con la que probar.