El personal de Pinatar Arena, sede de la final de la fase de ascenso a Segunda B entre el CF Lorca Deportiva y el Atlético Pulpileño se ha sometido a pruebas PCR tras conocer el positivo del entrenador de porteros del equipo lorquino, siendo "NEGATIVO" el resultado de todos los test realizados a los trabajadores de esta instalación. También los miembros de la Federación Murciana de Fútbol, se realizaron los test pertinentes y el resultado también ha sido "NEGATIVO".

Hasta la fecha, se mantienen los dos caso del CF Lorca Deportiva, el entrenador de porteros y un jugador del plantel. Sanidad, quien se ha hecho cargo del asunto, ha llamado a todo el protocolo que participó en el partido para someterse a otras pruebas PCR. Entre ese protocolo se encuentran las plantillas del CF Lorca Deportiva y Atlético Pulpileño, cuerpo técnico y directivos, así como miembros de los medios de comunicación.

La plantilla del Atlético Pulpileño se sometió anteriormente a pruebas PCR, pagadas por los integrantes del plantel y dieron negativo en ese primero análisis. También dieron negativo, los jugadores que se sometieron a test rápidos pagados por la FFRM el pasado miércoles por la tarde en el Estadio Artés Carrasco, donde acudieron también algunos integrantes del equipo blanquiazul.

La RFEF continúan con el expediente abierto ha falta de tener todos los resultados realizados para tomar una decisión. El ayuntamiento de Pulpí, se ha dirigido al Comité de Disciplina Deportiva de la Real Federación Española de Fútbol, solicitando que se disponga lo necesario para que Pulpí sea considerado parte interesada en el expediente disciplinario informativo abierto a la entidad Lorca Deportiva, y por tanto tener acceso a dicho expediente para que en el caso de derivarse responsabilidades, el consistorio pulpileño pueda ejercer las acciones legales necesarias, defendiendo la salud pública del municipio ante el positivo en COVID-19 de un miembro del cuerpo técnico del Lorca Deportiva.

La clave de todo el asunto puede estar en el positivo del entrenador de porteros, ya que según el comunicado del club lorquino, el positivo se produce el viernes 25 de julio, un día antes de la celebración del partido y no fue notificado a la FFRM, que se enteró de la noticia el pasado lunes 27.

SANCIONES

El juez instructor del caso, sigue estudiando toda la información que le está llegando del asunto, y próximamente citará para declarar a dirigentes de la entidad lorquina, para que expliquen lo sucedido. No hay ningún antecedente en este asunto, aunque el Código Disciplinario de la RFEF, estipula en su artículo 74 "Sobre el correcto desarrollo de los espectáculos deportivos.", que "se consideran específicamente como infracciones muy graves, la omisión del deber de asegurar el correcto desarrollo de los espectáculos deportivos que impliquen riesgos para los espectadores o para los participantes en los mismos, tanto en lo que se refiere al desarrollo de la propia actividad deportiva, como a la protección de los derechos fundamentales​".
En este caso las sanciones que se podrían producir serían "a) Inhabilitación para ocupar cargos públicos, b) sanción de 18.001 a 90.000 euros o incluso "pérdida de puntos o el descenso de categoría o división".
Desde la entidad lorquina, su abogado, Alberto Clemente, está preparando toda la documentación e inciden en que se cumplió todo el protocolo, por lo que no esperan una sanción muy grave.