Museos que se tocan y se sienten en Cartagena
Los guías están siendo formados por la ONCE para dar una mayor accesibilidad a los espacios de la ciudad

Una imagen de las prácticas realizadas
Murcia - Publicado el
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La belleza que Cartagena tiene para mostrar a los visitantes es importante que cada vez llegue a más gente. Sus tres mil años de historia son compartidos con los turistas y es importante que la experiencia se amplíe y se mejore.
En su firme apuesta por una cultura accesible e inclusiva, Cartagena Puerto de Culturas ha dado un nuevo paso al formar a sus guías turísticos en la atención especializada a personas con discapacidad visual, gracias a una estrecha colaboración con la ONCE Cartagena.
Este programa formativo, desarrollado en las instalaciones de la propia ONCE, ha consistido en una serie de talleres y sesiones prácticas que buscan mejorar las competencias del personal encargado de la atención al visitante en los museos y centros de interpretación de la red cultural cartagenera.
Formación especializada con enfoque sensorial
Durante el curso, los profesionales de la ONCE compartieron herramientas clave para ofrecer visitas guiadas adaptadas que permitan a las personas con discapacidad visual disfrutar plenamente del patrimonio. Entre los contenidos trabajados se destacaron el uso del lenguaje descriptivo, la comunicación sensorial, y el empleo de piezas manipulables como vía para una experiencia cultural más comprensible y enriquecedora.
Los guías también visitaron la exposición temporal del Museo Tiflológico, un innovador espacio promovido por la ONCE bajo el lema “el museo que se toca”. Esta experiencia les permitió conocer de primera mano cómo una propuesta museística puede ser inclusiva y accesible a través del tacto, estableciendo un modelo inspirador de cómo acercar el arte y el patrimonio a todos los públicos.

Otro ejemplo de la forma de enseñar el patrimonio
Con esta iniciativa, Cartagena Puerto de Culturas persigue dos grandes metas: por un lado, favorecer la inclusión de colectivos con discapacidad visual mediante el acceso a experiencias culturales adaptadas, y por otro, elevar el nivel de especialización de sus guías, consolidando un servicio de atención al público más capacitado y sensible a las necesidades de cada visitante.
La entidad destaca que esta formación no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia global para convertir a Cartagena en un destino cultural de referencia, que apuesta por la igualdad de acceso, la innovación social y una atención al visitante de máxima calidad.
Este proyecto ejemplifica cómo la cooperación entre entidades públicas y organizaciones sociales —en este caso, entre Cartagena Puerto de Culturas y la ONCE— puede generar transformaciones reales en el ámbito de la cultura accesible.
Desde Cartagena Puerto de Culturas se reafirma el compromiso de seguir trabajando por una gestión patrimonial centrada en las personas, consolidando a Cartagena como un ejemplo de ciudad que no deja a nadie atrás en el acceso a su riqueza cultural.