¡Que te vaya bonito, Calero!: Historia del Cartagena en Segunda División
El técnico se ha ganado el corazón de una ciudad que quiere para él un monumento tras un verdadero milagro futbolístico
Madrid - Publicado el - Actualizado
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¡Que te vaya bonito, Calero!. Es indescriptible la sensación que tiene la ciudad ante el acontecimiento deportivo de los últimos años. Quizás nunca se repita una gesta como la actual en el FC Cartagena ni en el fútbol, porque lo de este año trasciende al Efesé y quizás hasta al fútbol.
El técnico de Parla ha sido el principal artífice de una remontada que sabe a ascenso y si se mira bien es que lo es. Porque el Efesé estuvo descendido allá por el mes de diciembre para casi todo el mundo. Pero el doctor Calero y su equipo médico iniciaron un tratamiento para mantener con vida a un enfermo al que le curaron el corazón y el amor propio como primer intento de salvarlo. Le alimentaron para que tuviera fuerzas, le apretaron cuando se rendía, porque no alcanzaban al resto de la clase de una Hypermotion que exigía más.
Del milagro teórico al de los puntos
Primero fue teoría, pero poco a poco fueron aprobando los chequeos y trabajaron una mente que cada vez se concentraba más, que cada vez se veía mejor en el espejo. Fue recuperando el color, el blanco y también el negro, porque no fue todo color de rosas. Hubo alguna pequeña recaída, algún susto pero nada hizo que se rindieran y esa fue la clave.
Ha sido un trabajo en equipo, desde el utillero, los creativos, los fisios, el cuerpo técnico en general y los futbolistas que nunca se dejaron ir, ni se dieron a la fuga cuando peor pintaba y creyeron en el doctor que les puso el mejor tratamiento de su vida. Porque aquí han salvado la temporada con un disfrute final impropio de la primera vuelta, pero han ganado en fe para toda su vida.Calero hizo posible lo imposible y les hizo creer que lo conseguirían. Gracias a quienes le escogieron para borrar las primeras jornadas de la mente.
Historia de la ciudad
Decida lo que decida se merece la estatua y todas las palabras que va a recibir. Es historia del deporte cartagenero y por ende de la ciudad. Su página se ha escrito con letras de oro. Si lo consideran que le den las llaves de la ciudad, pero lo importante es que ha sido capaz de mover hacia su lado a quienes eran 'ateos'. La afición le creyó y le siguió. Primero a ciegas y después con cada episodio de recuperación. La sensación es de alivio, pero también de orgullo y de admiración.
Merece tener opciones y se ha ganado el derecho a decidir si quiere y puede seguir aquí, o si quiere buscar su futuro en otra plaza y repartir de su sabiduría y su alegría en otros lares. Todo el mundo querrá que se quede, pero se quede o se vaya, que le vaya bonito al doctor Calero. "Calero, quédate", le resuena en los oidos. En ningún sitio le van a querer más. Tres semanas quedan de Liga y quién sabe lo que hará.