Las cuatro playas de San Sebastián -La Concha, Zurriola, Ondarreta e Isla Santa Clara- exhiben este miércoles la bandera amarilla por precaución por la posible aparición de un alga tóxica, denominada ostreopsis siamensis, que este pasado martes afectaron a un centenar de bañistas en la ciudad que sufrieron "picores e irritaciones leves". De hecho se ha prohibido el baño en la zona de Sagües en la playa de la Zurriola después de que se hayan notificado otros 20 casos esta mañana. 1 bañista se ha visto afectado en Ondarreta y ninguno en La Concha ni en la isla Santa Clara. La concejala de Salud Pública, Marisol Garmendia, ha explicado que se ha tomado esta medida por “precaución” mientras el ayuntamiento analiza la calidad del agua y el ayuntamiento avanza que si a partir de esta tarde no se dan más casos de bañistas con la misma sintomatología, se procederá a permitir el baño libre con bandera verde.

Garmendia ha explicado que el análisis determinará la calidad del agua ya que no existe un análisis específico para determinar la presencia de este alga, que es microscópica. Sin embargo “parece confirmarse casi al 100% su presencia por los síntomas” que son similares a los que notificaron recientemente los bañistas de varias playas de Iparralde en agosto.

Desde el Aquarium, su responsable de Marketing, Xabier Lasaga, ha explicado que el alga ostreopsis siamensis es una especie microscópica, unicelular, que generalmente se concentra flotando en la orilla del mar. Lasaga ha explicado que “el problema es que con viento, o cuando este alga choca contra las olas y los espigones se pueden desplazar pequeñas partículas del aire que afectan a los bañistas” y ha afirmado que es un fenómeno frecuente en el Mar Mediterráneo, en regiones con climas Tropicales y Subtropicales, que está relacionado con la subida de temperatura del agua y también con la contaminación. De hecho las altas temperaturas de los últimos días pueden haber favorecido su aparición en los arenales donostiarras.

No es la primera vez que aparecen en nuestra costa ya que se tuvo constancia de su presencia en 2018, en 2020 en algunas playas de Iparralde y más recientemente, este verano cuando su presencia obligó a cerrar las playas de Biarritz y San Juan de Luz durante un par de días. Lasaga ha afirmado que “no son fáciles de reconocer, normalmente suelen echar un fuerte olor, en la superficie se presentan como manchas marrones y también como una espuma y puede provocar en los bañistas afectados sarpullidos, picores y síntomas parecidos a la gripe”.