Joyería Mikel, casi cuatro décadas de brillo y confianza en Santutxu

En el corazón de Santutxu, en Bilbao, Joyería Mikel cumple nada menos que 39 años de trayectoria. Fundada por los padres de Jorge Gallano en 1986, la tienda ha sido testigo de la evolución del barrio y de las modas en el mundo de la joyería, manteniendo siempre una premisa: la confianza y el trato cercano. 

“He crecido entre joyas y relojes. Aprendí el oficio desde joven, en el taller familiar, y hoy me toca a mí continuar ese legado”, explica Jorge Gallano, quien desde hace unas semanas está oficialmente al frente del negocio, aunque recuerda que lleva "35 años" en él. Sus padres, ya jubilados, dejaron en él la responsabilidad —y el orgullo— de seguir cuidando de una clientela fiel, “de padres a hijos, de abuelas a nietos”. 

Taller propio y artesanía a medida  

Uno de los rasgos que distingue a Joyería Mikel es su taller propio de joyería y relojería, donde realizan desde reparaciones hasta creaciones personalizadas.

“Prácticamente todo se puede arreglar hoy en día —cuenta Gallano—, y también diseñamos piezas nuevas. A veces los clientes traen joyas antiguas para modernizarlas o inspiradas en algo que han visto en redes sociales. Se puede hacer casi de todo”.

Además, el taller ofrece servicio a domicilio, especialmente para personas mayores o con dificultades de movilidad. “Nos llevamos la tienda a su casa, con la misma confianza y profesionalidad que si vinieran al local”, asegura. 

Adaptarse sin perder la esencia  

El negocio ha sabido adaptarse a los tiempos sin renunciar a su identidad. Aunque el oro de 18 quilates sigue siendo su seña de identidad, la joyería ha ampliado su oferta con piezas en plata y chapados en oro, muy demandadas por el público joven.

“Hoy el oro está a precios históricos, pero eso no significa que no haya opciones. Hay diseños preciosos y asequibles en otros materiales”, apunta Gallano. Además, la joyería también compra oro y plata, un servicio que ha cobrado fuerza ante el valor actual del metal. 

La confianza, el verdadero valor  

En tiempos de grandes plataformas de venta online, Jorge Gallano reivindica el valor del trato directo y la profesionalidad: “El asesoramiento y la transparencia son fundamentales. Muchos clientes confían en nosotros desde hace décadas, y eso no se compra por internet”.

De cara al futuro, el responsable de Joyería Mikel planea pequeñas reformas y nuevas ideas, pero siempre manteniendo la esencia del negocio familiar: cercanía, oficio y confianza.

“Espero seguir al menos diez años más, manteniendo vivo lo que mis padres empezaron hace casi cuatro décadas. Si estamos aquí, es gracias a nuestros clientes. Ellos son la verdadera joya de esta historia”, concluye con una sonrisa.