En un contexto complejo por la inflación, la guerra de Ucrania, la crisis energética y el incremento del coste de las materias primas, el Grupo Uvesco ha cerrado 2022 con un aumento del 5,5% en sus ventas, hasta los 986 millonesde euros, aunque ha reducido sus márgenes de beneficio un 0,4% y ha destinado 23 millones de euros a campañas promocionales a las que destinará otros 22 millones en 2023.

El presidente del grupo, José Ramón Fernández de Barrena, ha subrayado este martes que, en el caso de Uvesco, la subida de la cesta de la compra ha sido de un 7% frente al 9,8% de media nacional y ha explicado que no pueden hacer mucho más porque "son rehenes" del aumento de tarifas que han establecido los grandes proveedores industriales y multinacionales. Aun así Fernández de Barrena no descarta que el grupo pudiera sumarse a una propuesta que les haga la administración, "si ésta es sostenible", y apuesta por una bajada del IVA adicional en la carne y el pescado, "que sí tendría más impacto en el IPC".

Fernández de Barrena ha destacado que la inflación también ha traído un cambio en los hábitos de consumo en los supermercados ya que existe una menor "fidelización de los clientes, que pican más en diferentes cadenas, realizan más visitas a las tiendas, hacen compras de menor importe y consumen más marca blanca".

La compañía tiene previsto invertir este año 35 millones de euros dentro de su plan de expansión que permitirá la apertura de nueve supermercados propios -dos en Gipuzkoa, uno en Álava, uno en Navarra y cinco en la Comunidad de Madrid- y la apertura de ocho nuevas franquicias. Además Uvesco tiene como objetivo a "corto o medio plazo" la adquisición de alguna cadena que sirva para ampliar el grupo en el que ya trabajan 6.000 personas y que mantiene su sede en Irun (Gipuzkoa) tras la entrada mayoritaria en su capital del fondo de inversión PAI Partners.