INFRAESTRUCTURAS BIZKAIA
Bizkaia ejecuta el primer viaducto de la conexión Supersur-AP68
En un año estará en servicio la conexión completa de la Variante Sur Metropolitana desde Santurtzi hasta la conexión con la AP-68 en Venta Alta.

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las obras de la fase 1b de la Variante Sur Metropolitana han alcanzado un nuevo hito esta semana con el abatimiento de una de las dos estructuras de los viaductos que sobrevolarán el vale del Bolintxu. Tal y como ha explicado el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, se trata del elemento de mayor complejidad de la obra y su exitosa ejecución viene a iniciar la cuenta atrás para la puesta en servicio de la infraestructura en un año.
Imanol Pradales, ha anunciado que en un año estará en servicio la conexión completa que unirá la Variante Sur Metropolitana desde Santurtzi hasta la conexión con la AP-68, a la altura de Venta Alta.
Tras la visita, Pradales ha afirmado que esta labor ha sido "compleja", ya que la maniobra de abatimiento ha requerido de tres intensos días de trabajo y en ella han tomado parte más de 80 profesionales y se ha requerido de una gran labor previa de planificación.
Pradales ha celebrado que esta labor se haya logrado "sin percances" y ha avanzado que, desde la institución foral, esperan que "dentro de un año pueda estar ya en funcionamiento esta conexión estratégica con la meseta, que une el actual trazado de la Supersur con la autopista AP-68 desde el enlace del Peñascal" ha detallado.
Desde su punto de vista, se trata de una infraestructura que "va a ser decisiva para el futuro de la movilidad de Bizkaia y conectará, junto al túnel bajo la ría, la gran variante de Bizkaia". "Es decir, hoy comienza la cuenta atrás para poner en servicio la primera pieza de la futura gran variante de Bizkaia", ha asegurado Imanol Pradales.
El diputado ha puesto en valor el trabajo de las empresas que participan en el diseño y ejecución de esta obra, así como "la complejidad añadida que ha supuesto planificarla y ejecutarla sin intrusión en el valle del Bolintxu", como ha sido el caso de los 162 metros que separan los túneles de Arnotegi y Seberetxe sobrevolando el valle", ha remarcado.
En este punto ha incidido en que desde el Departamento, se impusieron "desde el principio, acometer esta obra sin intrusión de maquinaria en el valle" ya que, tal y como ha añadido, se diseñó "una solución específica a través de dos viaductos que debían que construirse sin apoyos en el valle". Para ello "ha sido necesario construirlos en vertical: dos tableros de 162 y 142 metros construidos en vertical para ser posteriormente abatidos", ha explicado.
Maniobra en tres jornadas
La maniobra efectuada a lo largo de esta semana y que ha sido el objeto de la visita del diputado foral ha consistido en el abatimiento y cierre de los semiarcos que conforman el arco que sustenta el eje sentido Vitoria-Gasteiz de los viaductos del Bolintxu.
Este arco, con una longitud de 145 metros, sobrevuela en más de 40 metros el arroyo del Bolintxu, salvando la vegetación y la fauna que permanecen intactos bajo el mismo.
Para realizar la maniobra se ha contado con especialistas en estructuras, instrumentación, trabajos en altura, topografía, vuelo de drones y sistemas hidráulicos de retenida, coordinados y dirigidos por los técnicos de la UTE Pagabidea (Cantábricas, Gaimaz, Campezo y Geotúnel).
La operación de abatimiento se ha realizado a lo largo de tres días, desde este pasado lunes. En el primero, se ha efectuado el desacople de los semiarcos con las torres auxiliares que han servido de arriostramiento y acceso. Esta maniobra se ha realizado con cuatro gatos de 3 émbolos apoyados en el frente de los 2 estribos.
Con esta operación se ha desplazado la punta de los semiarcos cinco metros de su vertical. A partir de ese momento la estructura quedaba sujeta por 4 torones (2 por cada semiarco) formados por 66 cables cada uno y que quedaban sujetos por 4 gatos de 1500 toneladas. En ese momento los cables soportaban 120 toneladas cada uno
El segundo día se activaron estos gatos y se fue soltando cable en sucesivas emboladas para iniciar el descenso controlado de los dos semiarcos. Se efectúan tres paradas que permiten controlar la trayectoria de la estructura y comprobar su desviación sobre el recorrido teórico y su estado tensional, comparándolos con el modelo teórico del cálculo. Ya en esta posición final, los cables soportaban 900 toneladas.
El tercer día ha servido para hacer la maniobra de aproximación y el encaje final entre las dos estructuras. Apoyados en las cámaras colocadas en la punta de uno de los semiarcos y en las imágenes en directo de drones, se ha producido el acoplamiento final de las dos estructuras.
En ese momento se pudo trasladar al personal especialista mediante una grúa autopropulsada para que efectuase el ajuste final de ambas piezas y asegurase su conexión definitiva.
En sucesivos días, y tal y como ha explicado el responsable foral, se completarán los trabajos de cierre de clave y el arco comenzará a funcionar "por sí mismo, sin los cables que nos han permitido abatirlo y posicionarlo con una precisión milimétrica".