Agua magnetizada: ¿moda sin base o aliada real para la salud?
Cada vez más personas incorporan a su rutina diaria el consumo de agua magnetizada o estructurada. ¿Qué beneficios tiene? ¿Es segura? ¿Cómo se consigue? Carlota Olaizola, experta en medicina natural, responde en 'Semillas de Salud', de COPE Euskadi

El poder oculto del agua magnetizada
Vitoria - Publicado el
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El agua representa más del 60% del cuerpo humano y cubre el 70% del planeta. Perder tan solo un 2% puede afectar incluso al cerebro. Por eso, no es de extrañar que a lo largo de la historia se le hayan atribuido propiedades casi mágicas. Pero, ¿y si algunas de esas propiedades tuvieran explicación científica?
“Lo que conocemos como agua magnetizada o estructurada es simplemente agua que ha sido expuesta a campos magnéticos, lo que modifica temporalmente su estructura molecular y mejora su absorción”, explica Carlota Olaizola, experta en medicina natural.
“Es un fenómeno antiguo: muchas de las llamadas aguas milagrosas, como la de Lourdes, tienen características similares”
Una aliada contra el estrés oxidativo y la inflamación
¿Y qué aporta realmente al organismo? Según estudios preliminares en laboratorio y en animales, el agua magnetizada podría ayudar a reducir la inflamación sistémica y mejorar la actividad de enzimas antioxidantes.

El agua magnetizada puede reducir la inflamación
“El estrés oxidativo y la inflamación son dos de los grandes enemigos de la salud actual, y este tipo de agua puede ser una herramienta sencilla, natural y accesible para combatirlos”, asegura Olaizola. “Podemos observar mejoras en casos de hipertensión, diabetes tipo 2, artritis o enfermedades neurodegenerativas”.
Envejecimiento más lento y células más sanas
Otro de los beneficios destacados es su relación con el envejecimiento. “La hidratación celular mejora con esta agua porque su estructura facilita que llegue hasta los tejidos más profundos del cuerpo. Eso se traduce en mejor nutrición celular, desintoxicación, energía y aspecto de la piel”, señala la especialista.
“Contribuye a frenar el deterioro celular, mejorar las membranas y reducir el daño en el ADN. Incluso puede tener efectos positivos a nivel epigenético”, subraya.
¿Cómo se consigue agua magnetizada?
No hace falta peregrinar a un santuario. “Se puede preparar en casa siempre que se parta de agua potable o filtrada —mejor aún si es en botella de cristal—. Después, basta con usar dispositivos o imanes específicos para magnetizarla, que se encuentran fácilmente en internet”, apunta Carlota Olaizola.

Cada vez más estudios avalan los beneficios del agua magnetizada
“La dejamos reposar entre 4 y 8 horas, por ejemplo por la noche, y la tomamos por la mañana. Lo ideal es integrarla en una dieta rica en vegetales, acompañada de ejercicio, descanso y buena gestión del estrés”, recomienda.
¿Y a qué edad empezar?
“Desde bebés hasta mayores, todos nos beneficiamos. Pero es cierto que los adultos somos quienes más lo necesitamos, por el estrés, la contaminación y los hábitos de vida”, explica. “El agua estructurada es más biodisponible, llega con más facilidad a cada rincón del cuerpo. Por eso funciona. No es magia, es ciencia”.