Una red de farmacias vascas "centinelas" saca a la luz los efectos adversos de los medicamentos
Un programa pionero entre el Departamento de Salud y 45 farmacias vascas ha registrado más de 350 posibles reacciones en su primer año de funcionamiento

Hablamos con la farmaceútica Raquel Domínguez sobre la Red de Farmacias Centinela de Euskadi
San Sebastián - Publicado el - Actualizado
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El Departamento de Salud del Gobierno Vasco y 45 farmacias vascas participan en un proyecto para reforzar la vigilancia sobre la seguridad de los medicamentos. Se trata de la Red de Farmacias Centinela, que en su primer año de actividad ha notificado un total de 356 casos de posibles reacciones adversas. Estos casos han generado 610 reacciones negativas, principalmente trastornos gastrointestinales, del sistema nervioso y dermatológicos. Del total de casos, 104 han sido calificados como graves, afectando mayoritariamente a mujeres (65%) y a mayores de 65 años (52%).
La farmacia, clave en la detección
Una de las farmacias participantes es la que regenta Raquel Domínguez en Pasai Antxo. La farmacéutica explica en Cope Euskadi que se sumaron a la iniciativa tras la propuesta del Colegio Oficial de Farmacéuticos. "Somos una farmacia bastante activa en todos los proyectos que pueden salir y nos pareció interesante, tanto por colaborar en detectar posibles reacciones adversas como por el interés profesional que puede suponer para nosotras", afirma Domínguez.
Somos una farmacia que somos bastante activa en todos los proyectos que pueden salir"
En su farmacia, Raquel Domínguez calcula que han notificado alrededor de 30 casos. La mayoría de ellos, detalla, "han sido leves". Entre los efectos detectados, ha habido "bastantes relacionados con el sistema nervioso central, algunos digestivos y también afecciones en la piel". Asegura que han sido muy variados y que no han tenido ninguno que pusiera en riesgo la vida de la persona. Si bien el perfil del paciente afectado es diverso, admite que "es más frecuente en paciente mayor, muchos de ellos polimedicados y con una salud más frágil".
Un sistema de notificación conectado con Europa
El proceso de detección, según relata Domínguez, surge de forma natural durante la conversación con el paciente en el mostrador. "Cuando lo detectamos, solemos realizar una serie de preguntas para ver si puede ser debido a un medicamento", explica. Una vez confirmada la sospecha, piden permiso al paciente para comunicarlo a farmacovigilancia. La respuesta, hasta ahora, ha sido siempre afirmativa: "En todos los casos nos han dicho que sí, que les parece interesante".
La notificación se realiza a través de un formulario electrónico en la página web NotificaRAM. En Euskadi, estos avisos llegan a la Unidad de Farmacovigilancia, ubicada en el Hospital de Galdakao. Posteriormente, la información se integra en la base de datos de la farmacovigilancia española, llamada Fedra, y en la base de datos europea, EudraVigilance. De esta manera, explica la farmacéutica, "todas las notificaciones que se hacen a nivel europeo quedan englobadas".
La implicación ciudadana es un pilar fundamental del sistema. De hecho, la propia Raquel Domínguez recuerda que los ciudadanos también pueden notificar por su cuenta las reacciones adversas que sufran a través de la misma página web, una opción que mucha gente desconoce.
La farmacia comunitaria, un modelo colaborativo
El trabajo de estas farmacias no termina con la notificación. El equipo de Raquel Domínguez también realiza un seguimiento de los pacientes para comprobar si los efectos han remitido o si se ha modificado el tratamiento. "A la gente le gusta implicarse y todo lo que es relacionado con la salud, yo creo que es un tema que al final preocupa al ciudadano", comenta. Además, al comunicar el TIS del paciente, el Departamento de Salud también puede contactar directamente con el afectado si lo considera necesario.
A la gente le gusta implicarse y todo lo que es relacionado con la salud es un tema que preocupa al ciudadano"
Este programa se enmarca dentro del concepto de farmacia comunitaria impulsado por el Departamento de Salud. Domínguez lo define como un modelo que busca "colaborar entre todos para tener una sociedad más amigable y sana". Su farmacia, de hecho, participa en otros proyectos de colaboración, como un programa impulsado también por Salud para mejorar la adherencia al uso de inhaladores, demostrando el potencial de integrar a las farmacias en la salud pública.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



