¿Cómo funciona el intercambio de casas?
Intercambiar tu casa con la de otra persona para disfrutar de una escapada más económica. Además de ser el argumento de una película, es una opción real que posibilita la plataforma HomeExchange

Cómo funciona el intercambio de casas
Bilbao - Publicado el - Actualizado
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Maialen Urbieta es una donostiarra que tiene, con su pareja, un piso propio en San Sebastián. Cuando se hipotecó en 2018, tenía solo 23 años y pensó que no iba a renunciar por ello a su gran pasión, que es viajar y conocer mundo.
Alguien le hizo ver que “su piso era su gran valor”, así que, sin pensarlo más, subió su vivienda a una plataforma de intercambio de casas para vacaciones, HomeExchange, y desde entonces ya lo ha cedido hasta en 50 ocasiones. Las mismas que ella ha viajado a otras tantas zonas de España y de otros países del resto del mundo.
El País Vasco, con Cataluña y Andalucía, lideran en España los intercambios de casa en Semana Santa. El intercambio no es un alquiler, ni una transacción, es aceptar de mutuo acuerdo dejar tu casa durante un tiempo, pactado previamente. El sistema tiene múltiples ventajas
Alojamiento seguro
Maialen cuenta cómo estos días de Semana Santa, su piso de Donostia se encuentra en modo intercambio y ocupado por dos matrimonios de Noruega, un país al que ella piensa viajar el próximo mes de julio “para ver los fiordos”. Entretanto, ella está pasando unos días junto a su familia en Panticosa porque, como explica, hay varias modalidades de intercambio y “no siempre tiene que ser recíproco y simultáneo“.

El procedimiento, además, es muy sencillo. Consiste simplemente en que dos personas de distintos países o regiones acuerdan intercambiar sus respectivas casas para pasar las vacaciones. La duración es la que ambas partes pacten. La donostiarra cuenta que ha conocido Dinamarca gracias a que una chica danesa que quería venir al Festival de Cine de San Sebastián se interesó por su casa. “No lo teníamos previsto, pero fuimos y pasamos unos días allí”, señala.
Gran ahorro
Hay que tener en cuanta además que “ las viviendas está valorada en un número de puntos en función del atractivo que ofrezca (su ubicación, su tamaño, el número de camas que ofrezca…), de tal manera que entre quienes intercambian sus viviendas no existe nunca transacción económica alguna sino que con el uso de cada noche se produce una generación de puntos para el anfitrión.
Maialen y su familia calculan que si una noche de hotel cuesta entre 60 o 70 euros, hasta el momento “se han ahorrado ya un montón de dinero”. A la pregunta de si les da reparo dejar sus cosas a disposición de cualquiera, dice que no, que en su casa no hay objetos de gran valor. “Nosotros somos jóvenes, vivimos con pocas cosas, nuestra casa es bastante minimalista y no tenemos nada que se puedan llevar o romper”. En cualquier caso, explica que esta modalidad incluye un seguro “al que nunca hemos tenido que dar parte”, que cubre un seguro de cancelación o hay algún incidente.