Susto o susto es lo que va a deparar la tasa de basuras a los vitorianos el próximo año. La razón es que la ley de residuos exige que el tributo municipal cubra el coste total del servicio de limpieza para que nos sea deficitario. Ahora por esa vía apenas se sufraga el 60% del contrato de recogida de residuos, el más alto del Ayuntamiento de Vitoria que ronda los 25 millones de euros anuales.

Casi el doble

En estos momentos el pago anual asciende de media a 56 euros pero la previsión es quie subirá hasta los "104 euros". Un auténtico "hachazo fiscal" ha reconocido el propio concejal de Hacienda, Jon Armentia, visiblemente enfadado con la oposición a la que ha responsabilizado de haber impedido una subida progresiva.

"Claro que la tenemos que subir para adecuarla al 100% del servicio. Les propusimos un aumento de la tasa para ir adecuándonos y nos dijeron que no. Va a ser un hachazo porque ustedes quieres", ha reprochado Armentia a EH BIldu, PP y Elkarrekin.

Sorpresa y disgusto

Sorpresa y disgusto ha causado este incremneto a quienes hemos preguntado. Sonia no conocía la noticia y ha lamentado que "suba todo". "Me parece una locura que casi se duplique, quiere decir que lo estaban haciendo muy mal", ha criticado Roberto.

Hay un pequeño alivio, las bonificaciones que aún hay que defenir para esta tasa y que desgravarán fiscalmente en función del volumen de reciclaje orgánico.

Bonificaciones

Será un sistema complejo que estará lista en 2025, esa es al menos la intención. Las bonificaciones se aplicarán a través de la tarjeta municipal ciudadana (TMC), con la que se abre el contenedor orgánico mediante unos chips instalados en 2022.

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Entre los pasos a dar, otorgar un código a cada tarjeta ciudadana y pedir una "autorización expresa" a cada ciudadano para determinar el número de veces que se deposita la basura orgánica en su contenedor.