Ya hay proyecto para solucionar las goteras de la estación de autobuses de Pamplona
La obra arrancará después de los Sanfermines y tendrá un coste de 4,1 millones de euros que deberá asumir la empresa concesionaria de la explotación

estación de autobuses de Pamplona
Pamplona - Publicado el
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La imagen que ofrece actualmente la estación soterrada, con decenas de cubos en dársenas y pasillos, ya tiene fecha de fin. La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona ha dado luz verde al proyecto para impermeabilizar la estación de autobuses. El documento aprobado tiene la conformidad de las áreas municipales con competencias (Urbanismo, Proyectos y Movilidad, y Conservación Urbana) que han incluido sus aportaciones, así lo ha asegurado hoy el concejal delegado de Ciudad Habitable y Sostenible del Ayuntamiento de Pamplona en rueda de prensa. Además, el proyecto cuenta también con la autorización de la Institución Príncipe de Viana, permiso preceptivo ya que los elementos fortificados sobre los que hay que actuar son Bien de Interés Cultural y están declarados Monumento Histórico Artístico Nacional.
FIN A UN LARGO PROBLEMA
Información que se ha conocido hoy en rueda de prensa y que pone fin a uno de los grandes problemas que surgió en 2014, apenas 7 años después de la construcción de la nueva estación. Los informes técnicos que se elaboraron en su momento apuntaban a defectos en la impermeabilización de la estructura, agravados por la superficie ajardinada, que en episodios de precipitaciones constantes filtra el agua hasta las plantas más subterráneas.
En 2018 y 2019 el Tribunal Superior de Justicia de Navarra emitió dos sentencias que determinaron que esa impermeabilización colocada no resultaba efectiva en esa infraestructura y que los costes de la reparación que se llevase a cabo debía recaer en el Ayuntamiento ya que el fallo no era achacable al Consistorio ni al proyecto elegido, sino de la concesionaria de la obra. Esto se debe a que las goteras estaban totalmente vinculadas a la propia ejecución de la obra, en la que se decidió hacer uso de láminas impermeables adheridas y no soldadas, de manera que no existe una continuidad material en las uniones realizadas en dicha obra.
pasos a seguir
La cubierta de la estación es una gran lámina verde que se pliega junto a la estructura para reconstruir los elementos defensivos de una obra de ingeniería militar, formada sobre la compleja estructura que forma el volumen interior. Se trata de una cubierta ajardinada que da continuidad a la pradera de la Vuelta del Castillo.
El nuevo proyecto rediseña la evacuación de aguas por escorrentía de ese espacio mediante tubos de drenaje que cruzan de uno a otro lado la parcela diagonalmente. De este modo cada uno de ellos recogerá el agua infiltrada en determinada superficie de forma secuencial y realizando el largo trayecto hasta el punto de vertido por una conducción, no superficialmente. El proyecto recoge que los encharcamientos actuales no solo son por aguas pluviales, sino que también se producen por el simple riego.
Además, en estos momentos hay 11.400 metros lineales de juntas entre rollos sin sellar, y una vez estudiados los sistemas de impermeabilización empleados en otras estructuras enterradas, el proyecto apuesta por un sistema adherido de láminas de betún modificado SBS, láminas que "ofrecen un equilibrio favorable entre coste, rendimiento y durabilidad en cubiertas ajardinadas intensivas".
La estación permanecerá abierta
La duración de las obras está previsto dure aproximadamente unos 10 meses, desde el Consistorio insisten en que la intención es que los trabajos comiencen tras las Fiestas de San Fermín para finalizar en el mes de abril de 2026. La labor de los técnicos municipales será asegurar la puesta en marcha de los trabajos que en caso de retrasos podrían imponerse sanciones.
No se contempla que durante la fase de obras la estación de autobuses sea cerrada total o parcialmente. Según ha explicado el director de Conservación Urbana, Patxi Iriarte, se planificarán las obras de desmonte de la cubierta vegetal de forma escalonada para permitir un arreglo por fases que garantice la continuidad de los servicios que presta la infraestructura.