El problema que podría poner en peligro la calidad de la próxima cosecha de uva: "No encontramos"

Por las condiciones meteorológicas de este año, no hay tanta prisa como otros años para llevar a cabo la poda

Manuel Pérez Esteve

Logroño - Publicado el

2 min lectura

La poda verde, conocida como espergura, es un trabajo que se realiza en el viñedo riojano todos los años, por estas fechas. Este 2025 los agricultores llevan con esta labor desde San Isidro.

¿En que consiste? Se corta parte de la vegetación, algunos brotes de la cepa, para potenciar el crecimiento de la vid. Y eso sí, para este trabajo se necesitan manos. Ninguna máquina puede, por el momento, llevar a cabo la espergura.

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El problema que podría poner en peligro la calidad de la próxima cosecha de uva: "No encontramos"

hace falta mano de obra

La época de la espergura comienza en mayo y termina en junio. Suele durar alrededor de un mes y es un periodo en el que los viticultores se juegan la calidad de su uva. Nestor Alcolea, ingeniero agrónomo, nos cuenta que este año, por las condiciones meteorológicas, no hay tanta prisa como otros años para llevar a cabo la poda. Eso sí, hay un problema para encontrar mano de obra:

"Estamos empezando a detectar que hay problemas de mano de obra. No encontramos gente para la espergura porque se están solapando con otras campañas frutícolas. Así que, cuando empiece el calor y haya una mayor demanda de trabajadores no va a haber suficiente para abastecer las necesidades del sector".

El problema que podría poner en peligro la calidad de la próxima cosecha de uva: "No encontramos"

Es algo que nos confirma Eduardo Pérez Hoces, presidente de ARAG-ASAJA, quien nos comenta que si ya es complicado encontrar gente en general dispuesta a trabajar en el sector primario, todavía es más difícil encontrar gente cualificada y con conocimiento de lo que está haciendo en cada momento.

momento de estrés ante las dificultades

Son muchos viticultores los que se tienen que echar al campo y, con sus propias manos, realizar la poda. La aparición de estos brotes, una vez eliminados, hay que ir revisándolos porque pueden reaparecer. Después de la vendimia, es uno de los periodos del año con mayor estrés e incertidumbre para los viticultores por la carga de trabajo y la impotencia de encontrar gente para realizar esas labores.

Eduardo advierte que de no hacerse a tiempo, la uva tendrá menor calidad y la probabilidad de la aparición de enfermedades aumenta: "Si no se hace, la planta tendría mucho forraje y provocaría que hubiese más uva, pero de peor calidad porque no maduraría de forma normal. Luego el tema sanitario. Proliferarían muchas enfermedades al estar tan cerrado y tampoco queremos eso".

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