Cruz Roja en La Rioja se vuelca, un año más, con más de 60 personas voluntarias, en la atención a temporeros de la vendimia. Apoya al Ayuntamiento de Logroño en el dispositivo de la capital riojana y gestionará los albergues de Nájera, Haro y Fuenmayor, en colaboración con los ayuntamientos y en coordinación con el Gobierno de La Rioja.

La campaña de 2020, que comienza hoy en Logroño, está marcada por la pandemia de coronavirus, lo que complica en gran medida la labor humanitaria de la organización: desinfección, toma de temperatura, recepción e identificación, medidas de protección (distancia, mascarillas, gel hidroalcohólico, guantes…), traslados para realización de PCR o protocolos en caso de positivos, con las preceptivas medidas de aislamiento.

Cruz Roja inicia el trabajo hoy en Logroño, cuya campaña se prolongará durante un mes, apoyando al dispositivo diseñado por los servicios sociales del Ayuntamiento de Logroño y colaborando con otras entidades sociales como Cáritas o Cocina Económica. Personas voluntarias de Logroño apoyarán en todo lo necesario en el albergue, que se ubicará en el polideportivo universitario, con capacidad para 105 personas.

Este año, además, Cruz Roja desplazará personas voluntarias por los lugares de concentración habituales de temporeros, para informarles de la existencia del albergue municipal y trasladarlos hasta el mismo.

El jueves día 10, Cruz Roja abrirá el albergue en el poliderportivo de Nájera y el día 15 los de los polideportivos de Haro y Fuenmayor.

Los temporeros serán identificados por colores, que los agruparán tanto en los propios albergues como en la viña, para facilitar la identificación de los contactos cercanos en caso de positivos.

En el caso del albergue de Logroño, se ha habilitado una carpa contigua para la realización de las PCR. En los albergues de La Rioja Alta, Cruz Roja informará al Gobierno de La Rioja de los temporeros registrados y será Rioja Salud quien les convocará para la realización de la preceptiva PCR.

En los casos de síntomas de contagio o PCR positivos, cada albergue cuenta con una zona de aislamiento. En esta zona, se confinará a las personas hasta que se tome una decisión sanitaria sobre su estado o se traslade a los positivos a los dispositivos diseñados por Salud.