Todos los propietarios de pisos en el edificio número 18 de la calle Doce Ligero de Logroño han tenido que irse a vivir a otro sitio por culpa de la presencia de “okupas”, tanto permanentes, como temporales.

Una situación insostenible que vienen padeciendo desde 2015 y que incluye atracos a punta de navaja en el propio portal, destrozos, cuadros eléctricos puenteados o un flujo constante de personas ajenas al inmueble, muchas de ellas toxicómanos.

Echando mano del título de una conocida serie de televisión, Jorge (uno de los propietarios afectados) asegura que "allí no hay quien viva". A Jorge, que tuvo que irse a vivir a casa de su madre, le entraron en su piso hace un año y le robaron hasta los radiadores. 

El pasado día 10 de febrero, esta “okupación” llegó a un punto que hizo saltar todas las alarmas: cortaron los tubos generales del agua, provocando que dos pisos se inundaran; y hasta los tubos del gas con el consiguiente peligro de explosión.

Para Jorge, es muy triste que te “okupen” tu piso, que tengas que ir acompañado por la policía para poder entrar en él sin miedo y que, encima, las responsabilidades siempre recaigan en los propietarios.

A la espera de una solución satisfactoria, Jorge, uno de los propietarios de pisos en el edificio número 18 de la calle Doce Ligero de Logroño, ha querido agradecer la buena disposición que, en todo momento, han mostrado hacia ellos la Policía Nacional y Local.