Polémica en Maó por la valla de Vox tras ser vandalizada con pintura
La Fiscalía investigará la campaña del partido de Abascal tras la denuncia de la Delegación del Gobierno

Valla VOX, vandalizada en Mahón
Menorca - Publicado el - Actualizado
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La llegada a Maó de una valla publicitaria de Vox ha abierto un intenso debate político y social en la isla. El cartel, que enfrenta la imagen de una mujer con burka frente a otra en tirantes bajo la frase “¿Qué España Quieres? Nosotros lo tenemos claro” , fue vandalizado pocas horas después de su colocación. Pintura blanca y los colores de la bandera palestina cubrieron parte del mensaje, lo que ha provocado que desde Vox se denuncie un ataque directo a la libertad de expresión.
A través de sus redes sociales, la formación de Santiago Abascal reaccionó de inmediato al suceso. “Vandalizan la valla de VOX ‘¿qué España quieres?’ en Menorca. Parece que algunos quieren una España como Palestina: un país gobernado por un grupo terrorista, bajo el islam y sin libertades. Nos tendrán enfrente”, señalaron.
Desde Vox sostienen que su campaña plantea una reflexión sobre el modelo de país y alerta contra la inseguridad y la sustitución cultural. Consideran que los ataques sufridos no hacen más que demostrar la intolerancia de quienes, en lugar de debatir ideas, recurren a la censura y a la violencia contra la publicidad legal de un partido político.
La valla fue instalada en las inmediaciones de la zona escolar de Vives Llull, lo que ha añadido un elemento de controversia al coincidir con un espacio frecuentado por familias y estudiantes. Para Vox, el verdadero problema no es la ubicación, sino la voluntad de silenciar su mensaje político en plena democracia.
La Delegación del Gobierno traslada el caso a la Fiscalía
La Delegación del Gobierno en Baleares ha puesto en conocimiento de la Fiscalía la campaña de Vox por si pudiera constituir un delito de odio. En un comunicado publicado este viernes, la institución detalló que el traslado al ministerio público busca determinar si los carteles pueden ser constitutivos de infracción penal. Los anuncios, instalados en distintos municipios de Baleares, muestran a dos mujeres —una con la cabeza cubierta y sin mostrar el rostro y otra con el pelo destapado— junto al lema “¿Qué España quieres? Nosotros lo tenemos claro”.
La Delegación asegura que el objetivo de esta decisión es “garantizar el respeto de los derechos fundamentales y las libertades públicas de todos los ciudadanos”, y ha dado también traslado a los ayuntamientos implicados para comprobar si las vallas cumplen con la normativa local.
Reacciones críticas de la oposición
El resto de partidos del arco progresista de Menorca sí han criticado duramente la campaña. Ara Maó calificó el cartel como “la valla de la vergüenza” y pidió su retirada inmediata, mientras que Podem Menorca presentó una denuncia ante la Fiscalía solicitando que se investigue si el contenido de la campaña puede constituir un delito de odio.
Més per Menorca, además de denunciar el mensaje como racista y xenófobo, utilizó herramientas de inteligencia artificial para modificar digitalmente la valla, sustituyendo el lema original por otro en defensa de la diversidad y la convivencia. La imagen alterada fue difundida en redes sociales y remitida a los medios de comunicación como respuesta simbólica a lo que consideran un discurso de odio.
El Ayuntamiento de Maó también ha anunciado que estudia fórmulas legales para retirar la valla publicitaria, si bien el procedimiento no resulta sencillo por tratarse de un espacio contratado con una empresa privada y protegido por la normativa de publicidad.
Libertad de expresión en el centro del debate
El episodio ha reabierto la discusión sobre los límites de la publicidad política y el derecho de los partidos a difundir sus mensajes sin sufrir actos de vandalismo. Para Vox y sus simpatizantes, lo ocurrido es un ejemplo claro de doble rasero: mientras se toleran campañas de corte progresista, las suyas son objeto de ataques, denuncias y presiones institucionales.
Los partidos críticos, en cambio, sostienen que este tipo de mensajes suponen un riesgo para la convivencia y contribuyen a extender discursos de odio. Dos visiones opuestas que han convertido a Menorca en un nuevo escenario del enfrentamiento ideológico nacional, donde la libertad de expresión y los límites de la propaganda política vuelven a ser protagonistas.



