Entre Argentina y Alcaidús se encuentran 68 hectáreas gestionadas por un campesino joven cargado de ilusiones. Torralba d'en Salord entra a formar parte del programa de Custodia Agraria.

Esta finca de orientación fundamentalmente ganadera de secano, tiene como actividad principal el bienes de pasto y la siembra de avena, ambas de variedades autóctonas de Menorca. Con la intención de respetar el ritmo del suelo, el lugar se encuentra dividido en dos sementeras, uno para pasto y el otro para siembra de cereales, cuya actividad se va alternando. La siembra de leguminosas es uno de los objetivos fijados a corto plazo para mejorar la fertilidad del suelo.

El carácter ganadero y la sensibilidad ambiental del gestor dotan la finca con varios puntos de agua muy bien adaptados tanto para abrevar el ganado como la fauna silvestre. En verano, todos los animales buscan agua y muchos mueren inútilmente en las pilas para que caen dentro y no pueden salir. Elaborando unas rampas de acceso con guijarros, este problema desaparece y se hace un gran favor a la fauna que vive libre en el campo.

Numerosos enderrossalls han ido recuperando y ahora las paredes secas vuelven a hacer la función de control de ganado, además de contribuir ostensiblemente al paisaje y servir de refugio para muchos animales.

Criado en una familia dedicada a la gestión de sitios agrarios, con formación universitaria, esta nueva generación de agricultores quiere buscar la viabilidad económica de las tierras con el valor añadido que implica la conservación ambiental.

Con la firma del acuerdo se han marcado unos objetivos compartidos a corto plazo para conseguir este doble beneficio tan virtuoso, que otras fincas ya están aplicando. Poner en marcha la venta directa de lotes de carne de cordero y complementar los ingresos con una pequeña producción de huerta y fruta son algunos de los retos próximos.

Bienvenidas estas nuevas tierras que quieren ayudar a la economía y el mantenimiento de los valores ambientales de Menorca.