El Govern aprueba el segundo Plan Estratégico de Autonomía Personal de las personas jóvenes extuteladas. Se trata de un plan presupuestado en más de 15 millones de euros y que consolida la Red Pública de Servicios de Emancipación que se creó en el primer plan estratégico, de 2016. El objetivo es mantener la renta de emancipación y ampliar las prestaciones técnicas de acompañamiento y vivienda.

Las principales novedades se darán en la vivienda ya que uno de los principales objetivos es crear una red complementaria de espacios sociales y familiares alternativos y referentes para los jóvenes. Para desarrollarlo se contempla la creación de un banco de familias, a quienes se les concederá una prestación económica, dispuestas a facilitar el proceso de emancipación.

Una medida que dice el fundador de la Fundación Nazaret, Guillem Cladera, que ve complicada, pero que podría ser muy beneficiosa para los jóvenes. Cladera cuenta lo importante que son este tipo de programas para los jóvenes tutelados, ya que les da seguridad para poder continuar con sus vidas.

Los menores tutelados se enfrentan a un momento muy complicado cuando cumplen 18 años. De un día para otro pasan de vivir en el lugar donde se han criado siempre a tener que buscarse la vida. Estos programas pretenden garantizarles acompañamiento durante estos momentos tan decisivos para sus vidas. Los jóvenes pueden escoger entre continuar con sus estudios o meterse en el mercado laboral. Cladera insiste en lo duro que es experimentar un cambio tan grande de un momento a otro.

Zino Meflah es uno de estos jóvenes extuteados que cumplió 18 años hace unos pocos meses. Cambió su centro de menores tutelados por una vivienda de emancipación, que comparte con otros jóvenes que están en su misma situación.

Zino recuerda el centro como un lugar que le ha brindado muchas oportunidades y le ha permitido tener una vida mejor, por lo que dejarlo fue muy duro, lamenta.

Explica que la mayoría de edad para los extutelados es muy diferente a la de los demás jóvenes que conviven con sus padres, ya que pasas a ser muy independiente y, por ejemplo, si te pasa algo, no hay nadie que te busque o que note tu ausencia.

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Durante los meses previos a su mayoría de edad, Zino se apoyo en jóvenes extutelados que ya habían pasado por este momento para que le aconsejaran y asegura que le explicaron cómo tenía que hacer muchas cosas.

Además, destaca la figura de los tutores del centro que le han ayudado en todo momento y le han dado apoyo en los momentos difíciles. De hecho, insiste en que todo lo que tiene lo ha conseguido gracias al centro y está muy agradecido. El centro fue su salvación tras llegar en patera desde Argelia cuando era muy pequeño.

Como está recibiendo una ayuda, Zino explica que tuvo que escoger entre seguir estudiando o integrarse en el mundo laboral, como tienen que escoger todos los niños tutelados. Así fue como Zino consiguió un contrato de trabajo y está muy agradecido. De hecho, lo tiene claro: no quiere estar sin hacer nada. Además, ha regulado su situación y dice que ha cumplido el sueño que tenía desde pequeño: conseguir una buena vida en un lugar seguro.