La llegada de pateras a las islas también ha afectado a los voluntarios de Cruz Roja que no están acostumbrados a trabajar con tantas personas. El protocolo ha cambiado por la covid, pero la ayuda y el acompañamiento sigue siendo el mismo. Cerca de 10 voluntarios se hicieron cargo de los más de 200 inmigrantes que llegaron a Baleares en solo dos días.
Uno de ellos es Roberto Fuster, voluntario de socorro y emergencias de la Cruz Roja desde 1997. Este miércoles estuvo 'in situ' para ofrecer ayuda y asistencia a los inmigrantes que llegaron a las islas. Roberto ha explicado a Cope que después de recibir el aviso de la autoridad competente, les dan el número aproximado de pateras y personas. Inmediatamente, preparan el kit y reciben a los inmigrantes.
El protocolo ha cambiado con la llegada del coronavirus y por tanto, lo primero que hacen, es tomar la temperatura a estas personas inmigrantes para descartar un primer síntoma y se ponen a hablar con ellos con la ayuda de un traductor.
Aunque hablan poco para minimizar el contacto con los inmigrantes, cuenta Roberto que casi todos están asustados del qué pasará y también se los encuentran muy cansados, ya que llegan a hacer travesías que pueden rondar los 5 días.
Una vez llegan y pasan las horas, los voluntarios de Cruz Roja les explican que no están detenidos si no solo retenidos por entrar ilegalmente en el país, algo que tal y como explica el voluntario Roberto Fuster hace que se tranquilicen y mejoren su estado anímico poco a poco. Roberto reconoce que este martes, sus compañeros, se vieron saturados con la llegada de 13 pateras y 204 inmigrantes.