Larin, el hombre que veía gigantes en la portería
El delantero canadiense prolonga su sequía liguera al no poder aprovechar dos claras ocasiones ante el Alavés. Compañeros y afición están arropándole

Larin, el hombre que veía gigantes en la portería
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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Da igual si en frente está Sivera, David Gil, Oblak, David Soria,Remiro o Ter Stegen, da igual si uno es mejor que otro, es indiferente si ese día está mejor o peor el portero de turno, Cyle Larin les ve como a gigantes en una portería pequeña. Como Don Quijote de la Mancha que veía Gigantes donde había molinos, el delantero del RCD Mallorca ve auténticos gigantes amenazanes e insalvables en la portería.
Lo que define a un delantero es su efectividad en el remate, es importante saber qué clase de delantero es, si se trata de un jugador al espacio, si es posicional, si es de un solo remate, un rematador puro, o un jugador que técnicamente puede aprovechar sus condiciones técnicas para fabricarse una ocasión. Larin pertenece a este último grupo,es capaz de generar la ocasión.
Pero el delantero canadiense tiene un bloqueo importante en la fase definitiva, la finalización, está negado hasta ahora ante el gol; como es imposible que se le haya olvidado marcar goles porque viene de la pasada temporada de marcar y sus mejores años como delantero han sido las últimas temporadas, ya fuera en Estados Unidos, Turquía, Bélgica y España, habrá que convenir que se trata de un problema de confianza.
Mientras, el lenguaje corporal de Larin ha cambiado en los últimos dos meses en referencia al que se vio inicialmente en el Mallorca. Entró tarde y mal a la temporada por venir de una inactividad prolongada según ha recordado en varias ocasiones Javier Aguirre. Esa puesta a punto le hizo perder un tiempo precioso, el no entrar con el equipo en igualdad de condiciones, ir con retraso. Quizá por ahí empezó una impaciencia que luego se haya podido traducir en ansia en el campo al no encontrar premio, algo que le priva de tener una templanza que le permita definir mejor.
No es sólo fútbol. Se trata también de carácter y no somos todos iguales, cada persona es única e irrepetible, lo que para un jugador cuesta poco a la hora de adaptarse al nuevo hábitat, nuevo vestuario, idioma etc, a otro le puede costar más. Uno puede ser más abierto y otro más introvertido, uno ser más despreocupado y otro comerse la cabeza. Sea cual sea el caso de Larin, parece que es un jugador algo más retraído.
No obstante, Larin está encontrando el apoyo de sus compañeros y de la afición, se vio el pasado miércoles ante el Cádiz cuando falló en varias acciones y se escuchaba alguna tímida protesta, Abdón empezó a aplaudirle y darle ánimos y también a pedir apoyo a la grada que también le aplaudió. La gente está deseando que marque. Después de Larin y el entrenador, los aficionados del Mallorca son los que más desean que le entre la pelotita. Nunca se había visto algo así.
Nadie puede decir que sea malo, nadie puede decir que no se mueva, que no pelee, que no se busque las ocasiones. Larin consiguió revolucionar el partido ayer ante el Alavés, un encuentro plano en el que los bermellones tiraron a la basura la primera mitad. Había puesto Aguirre a Amath como novedad y Darder más adelantado detrás de Abdón, pasando a un 4-2-3-1, pero no le salió.
El técnico daba entrada para arrancar la segunda parte a Larin por Antonio para jugar con dos puntas y fue el canadiense quien revolucionó el encuentro. Como en otras ocasiones, Larin se fabricó las ocasiones atacando los espacios tras la defensa y dando profundidad al ataque del Mallorca. Lo hizo todo bien tras un gran pase de Abdón, corría hacia portería con potencia perseguido por Abqar, se metió en su camino con lo que si le tocaba podía ser roja o después penalti. Todo bien hasta la hora de rematar.
Como en tantas otras ocasiones, de nuevo el delantero vio al portero como un auténtico gigante que ocupaba toda la portería, por más que estataba adelantando tapando el espacio que pudiera Sivera, pero aun aguantando el meta la posición, Larin remataba con la diestra sin colocar y le salía al pie del portero.Como si apuntara al portero, era la misma historia de cada partido. El canadiense aún tendría otra ocasión ante SIvera pero con el balón botando intentaba superarle por arriba, pero una vez más un gigante que pareciera que midiera tres metros atrapaba la pelota.
Nadie duda de que el gol acabará llegando y que posiblemente llegue el día menos pensado ante la ocasión más inesperada o tal vez un remate que toque en alguien, vaya usted a saber. Larin marcó 39 goles en el Besitkas, 44 en el Orlando, 9 en el Zulte Waregem, 8 en el Valladolid la pasada temporada. Es el máximo goleador histórico de Canadá con 28 goles. Es imposible que se le haya olvidado marcar goles pero si tal vez se le haya olvidado qué sensaciones tenía cuando sabía que el balón iba a entrar, porque ahora lo único que pasa por su cabeza es que un gigante le va a destrozar capturando cuantos balones le mande.