Florin Andone, el renacer del goleador en el Atlético Baleares

Florin Andone está demostrando que no se equivocó al volver al Atlético Baleares. Lo suyo venía de lejos, tras haber impulsado su carrera en el conjunto blanquiazul hace más de una década.

 El delantero está ayudando al equipo en esta remontada espectacular desde la llegada del técnico Luis Blanco, llevan 17 de 21 puntos posibles con el técnico y se han colocado a tres puntos de la cabeza a falta de cinco jornadas. El retorno a la Primera RFEF por vía directa es posible cuando pocos daban un duro por esa posibilidad hace pocas semanas.

 Y tiene mucho que ver la experiencia y el gol de Florin. El delantero lleva cinco goles en los últimos cinco partidos, ahí es nada. El domingo ante el Alzira marcaba un doblete. En total acumula nueve goles habiendo disputado tan solo 14 partidos, en 932 minutos. Es el auténtico renacer de Florin Andone y lo está haciendo en el Atlético Baleares. Nueve goles y dos pases de gol.

Su conexión con Rubén Bover ha podido verse en alguna victoria y la llegada de Moha Keita le ha venido como anillo al dedo, un jugador con desborde capaz de centrar para los puntas. También el hecho de jugar junto a Jaume Tovar, un nueve más posicional que le da más opciones a él. 

Segundas partes que sí son buenas.-

Es la segunda etapa de Florin en el Atlético Baleares. Tras darse a conocer en el equipo balearico hace más de una década en el éxodo de Magaluf, el delantero recalaría en el Córdoba donde despegaría definitivamente su llegada a la élite. Después en equipos como Deportivo de la Coruña, Brighton, Galatasaray, Cádiz o Las Palmas. 

En los últimos años las lesiones condicionaron sobremanera su carrera, en el Brighton empezó todo el calvario con las lesiones. Sólo así se explica que Florin no siguiera más años en Primera División. El año pasado jugó en el Eldense. 

Durante los últimos años, el Atlético Baleares mantenía el contacto con el jugador, era el sueño del director deportivo Patrick Messow conseguir su regreso algún día.

Florin se integró como uno más en el equipo pero sin fichar, a  la espera de algún equipo. 

Las cosas que llegaron no le convencieron así que el camino natural era volver a disfrutar del fútbol en casa (tiene su domicilio en la isla). Se trataba de recuperarse bien, de ayudar al club a buscar el ascenso y él también volver a sentirse importante en un equipo.