La agresión a dos árbitros de 18 y 19 años saldrá cara

La violencia ha regresado a los campos de fútbol de Baleares. Tras unas semanas de calma, el pasado fin de semana se producían diferentes incidentes, entre ellos resultaron agredidos dos jóvenes colegiados a 18 y 19 años. 

El portero del Porreres B de Segunda Regional ha sido suspendido con 20 partidos, diez por insultos al árbitro y otros diez por producirse de manera violenta. Otro jugador del Porreres sancionado con cinco encuentros por insultos al árbitro en el encuentro jugado en Bunyola.

También en Segunda Regional, en el Son Ferrer-Son Sardina B el árbitro era agredido, lo que provocaba la suspensión del encuentro. El Son Ferrer ha apartado al agresor y el comité da por perdido el encuentro al Son Ferrer. La previsión es que el agresor no vuelva a jugar en el fútbol federado, por ahora hay expediente abierto aún sin resolver.

También hubo incidentes en el encuentro de Primera Regional entre el Génova y el Recreativo La Victoria, varios jugadores de ambos equipos protagonizaron una pelea. Han sido suspendidos por la pelea dos jugadores con seis partidos, otros con cuatro y finalmente otro con dos por insultos. 

En resumen, dos árbitros de 18 y 19 años fueron agredidos en los incidentes del fin de semana, ambos pusieron denuncia y la Federación Balear de Fútbol (FFIB) se persona como acusación particular.

La lucha contra la violencia es una de las prioridades del presidente Jordi Horrach. La Federación se entrevistó con los árbitros tras las agresiones y en la Federación tienen claro que el responsable de la agresión más grave a un árbitro no vuelva a jugar en fútbol federado. 

Curiosamente, en dos de los campos en los que hubo incidentes no hay cámaras, los clubes no han querido ponerlas pese al interés de la Federación de que en todos los campos se instalen para poder recoger las imágenes de lo que sucede y de cualquier incidente. También las cámaras pueden ayudar a disuadir a los agresores, ya que son prueba para un procedimiento penal.