La historia de Miguel Ángel Fernandes, el venezolano que cambió los libros contables por la fe en Cristo
El próximo 8 de diciembre de 2025, la Catedral de Tui acogerá la ordenación de este antiguo directivo que cambió los números por las almas
Vigo - Publicado el
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El lunes 8 de diciembre de 2025, la vida de Miguel Ángel Fernandes de Andrade dará un vuelco definitivo, aunque su camino de transformación ya lleva años gestándose. En la Catedral de Tui, este hombre de 48 años (nació en Maracay, Venezuela, en 1977) pasará de diácono a presbítero, un cambio que es mucho más que un título: es la culminación de una historia humana marcada por la emigración y una radical reorientación profesional.
Miguel Ángel no siempre llevó sotana. Su vida se desarrollaba en el mundo de los números y la gestión. Estudió Contaduría Pública en la Universidad de Oriente, en Monagas, Venezuela. Luego, siguiendo los pasos de sus padres (quienes siendo portugueses emigraron a Venezuela), él también se mudó a Portugal, donde trabajó como funcionario en Pao de Açucar, una compañía del Grupo Auchan.
Proveniente de una familia numerosa de nueve hermanos, su decisión de ingresar al seminario en Vigo en septiembre de 2018 no fue una elección menor; implicó dejar atrás un camino laboral establecido para dedicarse de lleno a la Teología y su deseo de ser sacerdote.
Ordenación el próximo 8 de diciembre
La lucha por Venezuela, un anhelo constante
A pesar de la distancia física, el factor humano y la realidad de su país natal siguen siendo un motor vital para Miguel Ángel. Durante nuestra conversación en COPE, se hizo evidente la preocupación por la difícil situación que atraviesa Venezuela, un tema que abordó con sensibilidad y esperanza.
Miguel Ángel destacó que quienes aún permanecen en Venezuela "siguen luchando" a diario. Para muchos de ellos, esta lucha es una cuestión de pura supervivencia, pues "tal vez no tienen otros medios sino que resistir ante esa situación".
No obstante, esta resistencia va de la mano con una expectativa firme de cambio. El diácono subraya que "el anhelo de que cambie la situación política, económica y social de Venezuela es eminente". Esta urgencia por un futuro mejor dota a su ministerio de un profundo sentido de servicio y esperanza.
Una nueva vida que empieza en la diócesis de Tui-Vigo
Tras recibir el diaconado en junio de este año, Miguel Ángel ha estado ya mano a mano con la gente en varias parroquias gallegas: Santa María de O Porriño, Santa Baia de Atios, San Salvador de Budiño, Santa María de Sanguiñeda, San Rosendo de Torneiros y Santo Estevo de Cans.
Cuando Monseñor Antonio Valín, obispo de Tui-Vigo, le confiera el sacramento, Miguel Ángel entrará de lleno en el presbiterio diocesano. Esto significa que, a diferencia de su etapa como diácono, podrá realizar tareas fundamentales para estar cerca de la gente, como celebrar la Eucaristía (la misa), administrar la Reconciliación (confesión) y la Unción de Enfermos.
Su incorporación a la diócesis, que cuenta actualmente con 165 sacerdotes y 6 diáconos permanentes, no es solo un dato estadístico, sino la suma de un hombre que ha conocido de cerca el mundo empresarial y la realidad migratoria, y que ahora se dedicará a un trabajo mucho más personal: el cuidado de las almas.