Las siete hierbas imperdibles para lavar la cara en San Xoán

Las "herbas de san Xoán" son un pilar de las tradiciones paganas y ritos gallegos, recogidas en la víspera de San Xoán. Estas plantas, flores y hojas, a menudo medicinales y fragantes, se combinan con agua y fuego en una noche cargada de simbolismo. La creencia popular sostiene que el agua de estas siete hierbas, expuesta al rocío de la noche de San Xoán, adquiere propiedades mágicas, potenciadas por el solsticio de verano y la fuerza del rocío. 

 Orígenes antiguos y ritos persistentes  

Los orígenes de esta tradición se remontan a las celebraciones paganas del solsticio de verano. A pesar de los esfuerzos de figuras como Martiño Dumiense, obispo de Braga en el siglo VI, por combatir estas prácticas no asumidas por el cristianismo, las tradiciones han perdurado hasta la actualidad. Entre ellas destaca el uso del fuego y la recolección de agua de siete fuentes para preparar el "cacho" (agua de hierbas), con el fin de ahuyentar el mal de ojo, las meigas y las envidias. 

 La diversidad de las "herbas de san Xoán"  

Establecer una lista definitiva es complejo debido a la gran variabilidad en toda Galicia. Comúnmente se habla de siete hierbas diferentes. Pablo Carro, miembro de la asociación Vaipolorío de Pontevedra, señala que la elección puede variar incluso dentro de una misma parroquia. Compara esta diversidad de opiniones con hablar de fútbol o política. Él mismo, a diferencia de quienes limitan la lista, utiliza “tantas” hierbas como puede, guiándose por su "arrecendo" (buen olor), en contraposición al "cheiro" (mal olor).

Las plantas de jardín modernas, como las rosas, no solían usarse antiguamente. Lo habitual era emplear plantas naturales del campo. 

Las siete hierbas más citadas en la tradición gallega:  

• Fiúncho (hinojo): Obligatorio. Ahuyenta malos espíritus y combate el mal de ojo. También útil contra inflamaciones oculares, asma y malas digestiones.

• Fento macho (helecho macho): Venenoso, pero apreciado como antiparasitario. Según leyendas, florece a medianoche en San Xoán.

• Codeso: Arbusto sagrado y tóxico para el ganado. Se usaba para hacer fuego y escobas contra los malos espíritus.

• Abeloura o herba de san Xoán (hipérico): Cicatrizante, antiséptica y protectora contra el diablo. Se colgaba en puertas y ventanas desde la Edad Media.

• Malva: Útil contra bronquitis, trastornos digestivos y nerviosos.

• Romeu (romero): Protector del hogar y medicinal contra reuma, trastornos circulatorios, depresiones, etc.

• Herba luísa (hierbaluisa): De origen americano, asociada al amor. Buena para dolores de estómago, gases y cabeza.

Otras hierbas y hojas que también se usan incluyen: Dedaleira (digital), Trobisco (torvisco), Herba de Nosa Señora (artemisa), Macela (manzanilla), Sabugueiro (saúco), Nogueira (nogal), Carballo (roble), Hedra (hiedra), Visgo (muérdago), Tomiño (tomillo), Ruda, Hortelá (menta) y Loureiro (laurel). 

El ritual de "facer o cacho"  

La preparación del "cacho" implica recoger agua de siete fuentes y dejar las hierbas y flores en un recipiente al aire libre durante la noche. El rocío nocturno confiere virtudes al agua.

Al día siguiente, la gente se lava con esta agua verde y aromática, especialmente la cara y los pies, en un acto de purificación y protección. En algunas zonas, el lavado se realiza mirando hacia el oriente para recibir los primeros rayos de sol. Se cree que esta agua ayuda a prevenir enfermedades cutáneas, rejuvenecer la piel y curar males espirituales y físicos, como los “ares lurpios” y las envidias.

Las hierbas secas se guardan y usan durante todo el año en remedios caseros, como infusiones para el dolor de barriga (ruda, hierbaluisa, manzanilla) o emplastos con hojas de nogal para llagas. 

Una tradición en riesgo de extinción 

Más allá de lo medicinal o cosmético, las "herbas de san Xoán" también cumplen una función protectoras del hogar. Se colocan ramos en puertas, ventanas, chimeneas o tejados para mantener alejadas a las meigas, especialmente activas en esta noche.

Otro elemento simbólico es la "flor da auga", recogida al amanecer en la superficie de una fuente: se dice que encierra todas las virtudes y maravillas de la naturaleza.

Sin embargo, Pablo Carro expresa su preocupación:  “la gente joven no muestra interés, quizá porque tiene cosas más importantes o más agradables que hacer”.

Añade que esta tradición es más común en zonas rurales, donde es más fácil encontrar las plantas, y no ha calado en las ciudades. 

 Más que brujería, un perfume de la naturaleza  

A pesar de las connotaciones de brujería, Pablo Carro prefiere una visión práctica:  “es como una poción, una colonia, algo para ese día... para lavarse y sentirse... con esos aromas increíbles que tienen las hierbas en ese momento”.

Resalta que se realiza en estas fechas porque es cuando las plantas están en plena floración y sus olores son más intensos. Taller para preservar la cultura gallega

Para mantener viva esta tradición, la asociación Vaipolorío, con la colaboración de Pablo Carro, organiza un taller anual en Pontevedra. Este año será el 23 de junio a las 19:30, en Ponte da Condesa, en Tomeza.

La actividad se celebrará a pie de río, en una finca de la asociación, y será abierta a todo el público, sin necesidad de inscripción. Allí se mostrará una selección de hierbas y se explicarán sus usos, respondiendo a las preguntas de los asistentes.