El Concello de Ponte Caldelas, según han confirmado a COPE fuentes municipales, comenzará este martes a retirar los arcos desinfectantes que en mayo colocó en los accesos al centro urbano desde Pontevedra o Vigo, para eliminar los restos de coronavirus que pudiesen llevar en la carrocería. La Xunta de Galicia ordenó su desinstalación por incumplir la Lei de Estradas de Galicia, dando de plazo para hacerlo hasta el martes 3.
Según había mencionado el ayuntamiento del Verdugo en un comunicado previo a la instalación de los arcos, el Concello había informado a la Xunta de Galicia de su intención: "a medida xa foi comunicada, entendida e ben acollida, o cal é de agradecer, á Xunta de Galicia, titular das estradas, e tamén ao xefe provincial da AXI -Axencia Galega de Infraestruturas-". Sin embargo, la comunicación no llegó a convertirse en autorización formal y los técnicos autonómicos no pudieron certificar que los arcos cumplían con las exigencias precisas.
Los apoyos están directamente sobre la calzada, incumpliendo la Lei de Estradas de Galicia"
En declaraciones a COPE, el jefe territorial de Infraestruturas, José Luis Díez, detalló los riesgos para la seguridad vial que suponen los arcos desinfectantes instalados en la PO-255 y en la PO-532: "Los apoyos están directamente sobre la calzada, incumpliendo la Lei de Estradas de Galicia. Tiene unos tirantes metálicos, de unos 5 milímetros de diámetro, fijados al borde de la calzada, lo que representa un riesgo para la seguridad vial. Después, al estar el arco lanzando ese producto, hay una zona que está permanentemente húmeda, en ese momento pierdes la adherencia, sobre todo las motocicletas y bicicletas, que se pueden ir contra cualquiera de los elementos de los tirantes o los arcos".
El jefe territorial de Infraestructuras de la Xunta en Pontevedra ha insistido en que no se trata de una decisión política, sino legal.