El 4 de marzo de 2019, un bebé de dos meses falleció en su domicilio, en Ourense, después de que su mellizo hubiera ingresado en el hospital pocos días antes con lesiones graves, con cuatro costillas rotas.

Tras más de dos años desde que ocurrieron los hechos, el Juzgado Penal número 1 de Ourense acogerá mañana el juicio oral de la pareja acusada del homicidio de su bebé por imprudencia grave y las lesiones a su hermano mellizo. Este último supuestamente fue zarandeado de forma violenta, lo que le provocó cuatro fracturas costales.

Tanto la fiscal como la acusación popular, que ejerce la Fundación Amigos de Galicia, responsabilizan a los padres y reclaman un total de siete años de prisión, además de la privación de la patria potestad.

Según la fiscal, entre los días 1 y 3 de marzo de 2019, uno de los dos investigados, asió y presionó fuertemente a uno de sus bebés, todo ello con conocimiento del otro progenitor, que no lo evitó. La acusación particular sostiene que fue zarandeado con agresividad.

La muerte del hermano ocurrió en la madrugada del día 4 de ese mismo mes: el bebé se encontraba en una cuna portátil situada al lado de un calefactor y el pequeño pudo sufrir deshidratación.

La Fundación Amigos de Galicia ejerce la acusación popular con el objetivo de garantizar la seguridad del menor que sufrió las lesiones y “de defender los derechos de los menores vulnerables, teniendo en cuenta que estas situaciones tienen consecuencias a largo plazo en su salud y, en los peores casos, con daños irreparables”.

Cuando el caso fue judicializado, la Xunta asumió la tutela del pequeño y, tras ser dado de alta en el CHUO, se hizo cargo de él una familia de acogida.

Los padres de los bebés no reconocen los delitos de los que se les acusa. Afirman que al pequeño que tuvo que ser hospitalizado le realizaron una maniobra de resucitación cuando sufrió un atragantamiento, y aseguran que al bebé que falleció lo cuidaron y murió de forma súbita.