Estos son los riesgos de consumir agua contaminada por los incendios
La turbidez del agua es el primer síntoma pero las consecuencias a medio y largo plazo pueden ser perjudiciales para la salud

Entrevista con la jefa del Servicio de Salud Medioambiental de la Xunta, Silvia Suárez
Santiago - Publicado el
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Aunque aún es pronto para acabar con la ola de incendios que asola el sureste de Galicia y otras partes del oeste de España, ya comienzan a notarse las primeras consecuencias que se prologarán en el tiempo para poder recuperar la normalidad que han quemado las llamas con más de 73.000 hectáreas arrasadas en la Comunidad Autónoma gallega y que afectan, por ejemplo, al suministro de agua potable en varias localidades de la provincia de Ourense.
Sobre todo en aquellas donde las captaciones de agua para consumo humano se realiza en acuíferos, manantiales o en ríos donde el arrastre de cenizas podría afectar a la calidad sanitaria de las mismas, por lo que varios ayuntamientos como los de A Rúa, Petín o Vilamartín de Valdeorras ya han pedido a los vecinos de las zonas más afectadas por los incendios que eviten el consumo de agua de captaciones particulares como pozos, ante la posibilidad de que el agua ya esté afectada.
Una recomendación compleja de cumplir en muchos casos, ya que el fuego no sólo podría haber afectado a esos acuíferos o manantiales, sino también a las redes de abastecimiento que llevan el agua potable a los núcleos habitados y cuya reparación, al igual que el control del agua que llega a las plantas potabilizadoras, será fundamental para evitar posibles afectaciones a la salud de las personas.
Pero, ¿Cuáles son los riesgos de consumir agua afectada por las cenizas?
TURBIDEZ DEL AGUA Y EFECTOS A MEDIO Y LARGO PLAZO
El primer síntoma y más evidente es la turbidez en el agua, que ya apunta a que ésta se está viendo afectada por las cenizas, aunque ese arrastre se incrementará en los próximos meses con la llegada de las lluvias.
Una turbidez del agua que marca la presencia de distinta sustancias que pueden ser nocivas para la salud y que lleva a las autoridades ya en ese mismo momento a recomendar que se evite su consumo e incluso llegar a prohibirlo.
Aunque, a diferencia de lo que podríamos pensar, "esas consecuencias dañinas no son tan peligrosas a corto plazo, como a medio y largo" si el consumo se prolonga en el tiempo, como asegura la jefa del Servizo de Saúde Ambiental de la Consellería de Sanidade, Silvia Suárez.
Y es que la ceniza arrastra sustancias químicas como metales pesados, amonio y fosfatos, por lo que "las consecuencias a corto plazo no son esperables, pero sí puede haberlas a largo, aunque una vez que el agua está turbia se recomienda no beberla, aunque todavía no hayan llegado las indicaciones para no hacerlo".
Indicaciones que, en todo caso, se deben basar en las analíticas que se vayan realizando "ya que las captaciones pueden estar alejadas del foco del incendio y la distribución del agua se realiza con conducciones enterradas, pero no siempre es así", por lo que se podrían haber visto afectadas por los incendios y eso "precisa de una evaluación de la situación" y a partir de ahí, "dictar recomendaciones de no uso o de uso, cuando la situación mejore".
Por lo que la recomendación que lanza la responsable de Salud Ambiental de la Xunta de Galicia es que "se esté muy atento a las indicaciones de las autoridades y que se sigan estrictamente", tanto en lo que se refiere a la calidad del agua para consumo humano, como por los efectos nocivos que provoca la mala calidad del aire por la presencia de humo procedente de los incendios.
Recomendaciones que son aún mayores para quienes acuden a ayudar en las tareas de extinción, a quienes Silvia Suárez recomienda "llevar ropa larga y protección, con mascarilla y gafas que eviten que las partículas más grandes y la ceniza afecta a la piel y a los ojos".