La izquierda se lanza a las playas para intentar culpar a la Xunta de los pellets de Portugal
Ana Pontón (BNG), José Ramón Gómez Besteiro (PSOE) y Marta Lois (Sumar) se han apresurado a acudir a los lugares en los que hay pellets para intentar culpar al gobierno autonómico
Todos los candidatos han pasado estos días por las playas gallegas
Santiago de Compostela
Tiempo de lectura: 2'Actualizado 13:31
Todos los candidatos de la izquierda y el nacionalismo han pasado estos días por las playas de Galicia en las que están llegando pequeños pellets de plástico procedentes de un contenedor caído de un barco el pasado mes de diciembre en la costa de Viana do Castelo, en Portugal.
Se trata de un barco polaco y el accidente tuvo lugar en Portugal pero todos culpan a la Xunta de Galicia, presidida por el popular Alfonso Rueda, de no haber estado a la altura de los acontecimientos.
El gobierno gallego coordina el dispositivo y ha puesto medios a disposición de los ayuntamientos, que son los que tienen la competencia para retirar ese tipo de residuos, pero aún así a mes y medio para las elecciones autonómicas del 18 de febrero todos los candidatos ven en la llegada de los pellets una oportunidad para intentar erosionar al PP.
"Esta mañana visité Muros y pude ver los pellets, también la inacción de la Xunta y del Gobierno del Estado", decía Ana Pontón, la candidata del Bloque Nacionalista Galego (BNG) a las elecciones del 18 de febrero.
Los nacionalistas han sido los más beligerantes desde un primer momento, no solo a través de su candidata, sino también de los alcaldes que tienen en las zonas más afectadas.
El socialista José Ramón Gómez Besteiro también se ha apresurado a acudir a los lugares con presencia de bolas de plástico para culpar de la situación al gobierno autonómico.
"La Xunta llega tarde y descarga su responsabilidad en los ayuntamientos", decía el representante del PSOE acompañado de cargos de su partido. A diferencia de la candidata del BNG nada dice de la actuación del Gobierno central, que es quien recibió la comunicación de Portugal, tras conocerse el vertido.
De hecho el gobierno gallego le ha pedido sin éxito al ministerio de Transición Ecológica información sobre la composición química del vertido.
El vertido no es tóxico
Ajenos a la polémica política, los técnicos de ayuntamientos, consellería de Medio Ambiente y voluntarios recogen las bolitas según llegan a la playa.
Suelen quedar en la línea de marea alta, y se utilizan cepillos y coladores para retirarlas de la arena.
Los expertos recomiendan meter en agua los residuos barridos, porque flotan y así se pueden separar de otros elementos que sí son naturales del medio natural.
Este lunes la consellería de Medio ambiente confirmaba que los residuos no son tóxicos, tal y como había comunicado la empresa armadora a la que se le cayeron en Portugal.
"No son tóxicos, pero es plástico y evidentemente hay que retirarlos, decía Ánxeles Vázquez, la respondable de medio ambiente del gobierno autonómico.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lamentaba este lunes en un desayuno de Europa Press en Madrid que mientras la Xunta trabaja la oposición está "en campaña".
1.000 contenedores al mar cada año en todo el mundo
La caída de contenedores al mar es más común de lo que pudiese parecer. "Más de un millar cada año", señala en Herrera en Cope Galicia Raúl Villa, profesor de Ingeniería Naval de la Universidade da Coruña (UDC) y secretario de Exponav.
Entre los episodios con más difusión de las últimas décadas, un contenedor que dejó sembradas piezas de Lego por todo el Reino Unido en los años 90.
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