Esther, trabajadora del Servicio de Axuda no Fogar en Santiago: "Nos puede pasar a cualquiera de nosotras, cada vez tenemos más miedo"

Tras el asesinato de una compañera en O Porriño, las trabajadoras del SAF denuncian que se sienten desprotegidas. Hay discrepancias entre la versión del sindicato CIG y  la empresa en la que trabajaba la víctima sobre la denuncia por acoso contra el supuesto autor de crimen

Las trabajadoras del SAF se sienten desprotegidas
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Esther cuenta en Cope cómo es el trabajo de ayuda en el hogar

Patricia Iglesias

Santiago - Publicado el

6 min lectura

Casi 20 años lleva Esther Goris en la empresa concesionaria del servicio de Axuda no Fogar en Santiago.  Lo prestan algo más de 200 trabajadoras, la mayoría mujeres, porque aunque cuenta que "xa imos tendo algún compañeiro" éste es un servicio eminentemente feminizado. Hoy miércoles a mediodía, allí donde le tocaba estar a cada una, paró unos minutos para recordar a Teresa, la mujer que, haciendo su mismo trabajo, fue asesinada en O Porriño.  

"Quedei asustada, porque ademáis xa non é o primeiro caso", dice cuando le preguntamos qué pensó al recibir la noticia de lo sucedido a su compañera. A partir de ahí, desgrana cómo es su día a día y por qué se sienten desprotegidas. "Todas nós pensamos... pódenos pasar a nós"

proteccion de datos...¿que desprotege?

Desde que una persona tiene adjudicada la prestación de esta ayuda, una competencia de la Xunta que administran desde los concellos,  a la trabajadora se le adjudica la tarea que tienen que hacer en cada domicilio. Cuenta que en su caso, como tiene jornada completa, atiende diariamente a seis usuarios, pero la cifra por trabajadora varía en función de la duración que tenga cada servicio: "hai algúns de 55 minutos, outros de media hora... para un cambio de pañal, para deitar á persoa" Pero en muchos sitios lo que hacen es limpieza porque "consideran que viene la chica", explica Esther.

Lamenta que cuando se incorporan a la atención de una nueva persona usuaria, las trabajadoras arrancan "sin sabe a patoloxía que ten... enfermidades infecciosas, problemas psiquiátricos...E sin embargo somos as que estamos aí, ao pé do cañón,  e podemos ter problemas".

Por eso reclaman una evaluación de riesgos:  que antes de ir a un domicilio "debería facerse un recoñecemento dos riscos que hai cun responsable de prevención das traballadoras, non só da empresa, porque nós temos un problema, temos un lugar de traballo, pero non un centro de traballo, e o noso lugar de traballo é un domicilio privado", explica.

saf: un cajón en el que cabe de todo

Esther asegura que la situación ha empeorado porque son un servicio que atiende "todo canto hai, desde Diógenes ata persoas que teñen problemas con animais, e aí vas ti". Lamenta que nadie parezca darse cuenta de que en ocasiones les toca trabajar en condiciones totalmente insalubres. Aunque la tarea inicial sea más propia de una empresa de limpieza "temos que ir igual, e ir facendo"

 Cada dos meses, una coordinadora de la empresa de Axuda no Fogar visita los domicilios para testar se hay algún cambio en las necesidades de la persona usuaria. Si es así, se lo comunica al concello, de quien depende autorizar o no la modificación del servicio.

ni reconocido...ni bien remunerado

El salario bruto para una trabajadora del SAF es  1.200 euros, "e iso despois de moito pelexar", afirma Esther, eso , en el caso de las que tienen como ella jornada completa, porque muchas no llegan ni de lejos a esas cantidades porque rondan las 20 horas de trabajo semanales.  

Cando hai unha denuncia de acoso, non se pode obrigar a volver á traballadora

Esther Goris

Traballadora no SAF en Santiago

Agentes de criminalística de la Guardia Civil en O Porriño

Adrián Irago-Europa Press

Agentes de criminalística de la Guardia Civil en O Porriño

A las pocas horas del asesinato de Teresa en O Porriño, el Sindicato Cig denunció que la trabajadora había alertado a la empresa de que había sufrido acoso en ese domicilio un día antes.  Mercedes Rodríguez, delegada de la central nacionalista en O Porriño, explicó en COPE que a primera hora de la mañana (del martes), la mujer le mandó un whatsapp preguntando cómo tenía que actuar frente a una situación de acoso, pero que "a empresa díxolle que tiña que ir traballar, que isto é un servizo social e isto non se fai así". Rodríguez asegura que esa misma respuesta, "esa falta de medidas é a que se da a todas as traballadoras que fan unha denuncia dese tipo, e é o que fai que ela remate falecida".

la versión de la empresa

Aralia, la concesionaria del Servizo de Axuda no Fogar  de O Porriño, defiende que tuvo constancia del deseo de la víctima de dejar de prestar servicio en el domicilio donde finalmente falleció en la mañana de los hechos, minutos antes de lo ocurrido.

Según  un comunicado de la compañía que recoge la agencia Europa Press, pasadas las 11.30 horas del pasado lunes el Ayuntamiento les comunicó a través de una llamada telefónica que la hija de una usuaria se había quejado del trabajo de Teresa, debido a que no estaba llevando a cabo algunas de las tareas asignadas. En concreto, la elaboración de la comida. Por ello, se habló con la empleada, reconociendo ella que era cierto que no cocinaba, ya que el marido de la anciana se encargaba de ello, a petición del propio varón.

Siempre según indica la empresa, Teresa les habría explicado que estaba teniendo problemas para duchar a la usuaria, ya que en ocasiones se ponía "agresiva", llegando a levantarle la mano. Además, comentó que se trataba de un servicio "complejo" porque el marido de la mujer demandaba "mucha atención". En una llamada pocos minutos después, se le informó a la víctima de que pasaría a trabajar tres horas más al mes para que tuviese tiempo para la elaboración de la comida.

El comunicado indica que al día siguiente,  cuando ocurrieron los hechos, a las 08.28 horas de la mañana, Teresa habría llamado al equipo de coordinación de Aralia para comunicar su renuncia al servicio. Preguntada sobre qué había pasado, Teresa indicó que había sufrido una situación de "acoso" por parte del marido de la anciana a la que cuidaba y que no lo iba a permitir.

Poco antes de las 09.30 horas, la empresa indica que  se habla con Teresa para saber si finalmente realizará el servicio. La trabajadora, por WhatsApp, cuyas capturas han sido aportadas a los medios de comunicación, indica que ella había renunciado por "acoso laboral" y que les daba "15 días" para solucionar la situación. 

Siguiendo el comunicado de Aralia, el yerno de la anciana contactó con ellos para preguntar por lo ocurrido, comentando este que su suegro "no está bien psicológicamente", y que tiene pendiente una cita con Neurología.

Fue pasadas las 12.00 horas cuando Aralia recibió una llamada de otra de las usuarias de Teresa, que comunicaba que no se había presentado en su casa pese a tener que estar sobre las 10.10 horas allí. Trataron entonces de comunicarse con la víctima, que ya no respondía y a partir de ahí fue la Guarida Civil quien los informó minutos después de que Teresa había fallecido de forma violenta.

El agresor, el marido de la mujer enferma a la que cuidaba Teresa, fue trasladado al hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo desde el lugar del crimen, donde fue encontrado manchado de sangre y desorientado. Por el momento no se sabe cuándo estará en condiciones de pasar a disposición judicial.

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